Las autoridades le negaron el ingreso a un ciudadano norteamericano que pretendía ingresar a Medellín en la tarde de este martes, 15 de abril, debido a que tenía antecedentes que hacían pensar que podría constituir un peligro para la integridad de los menores de edad de la ciudad.
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El hombre venía en un vuelo procedente de la ciudad de Fort Lauderdale, en la costa este de Estados Unidos y su presencia fue advertida por agentes de Migración apostados en el aeropuerto José María Córdova, de Rionegro, quienes hicieron la respectiva revisión de su historial en la plataforma Angel Watch.
Esta es una base de datos del gobierno de Estados Unidos y que permite verificar las identidades de personas condenadas en ese país por delitos contra niños.
“Presentaba anotaciones como posible agresor sexual de menores de edad”, dijo Migración en un mensaje que publicó acompañado de foto del individuo en su cuenta de X.
De inmediato, el alcalde de Medellín, Federico Gutiérrez, reaccionó en esa misma red social expresando: “No paramos. En Medellín el compromiso es total. No permitiremos el ingreso de presuntos abusadores a nuestra ciudad”, apuntó, a la vez que se refirió al trabajo articulado que viene haciendo su administración con Migración y Embajada de Estados Unidos.
Este año ya van por lo menos ocho extranjeros que son inadmitidos al tratar de entrar a la capital antioqueña por el aeropuerto de Rionegro y por idénticas razones.
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De hecho, en una publicación que hizo EL COLOMBIANO el 13 de marzo ya iban siete, incluido un hombre que había entrado en esa fecha procedente de Boston y que estaba en la lista poco honrosa de Angel Watch.
“A muchos de estos ciudadanos, cuando llegan a su país, por las alertas que nosotros hacemos dentro de la Secretaría de Seguridad y Convivencia, les piden sus celulares, les hacen registros cuando están ingresando a los Estados Unidos. Si les llegan a encontrar alguna evidencia mínima de que cometieron un delito sexual aquí en Colombia, inmediatamente allá son capturados”, explicó en su momento el secretario de Seguridad de Medellín, Manuel Villa.
Las acciones para desincentivar la llegada de personas que practican el turismo sexual y en particular de los que se tiene alguna sospecha como presuntos abusadores de mujeres y menores de edad se arreciaron desde la Semana Santa de 2024, tras el escándalo que comprometió al ciudadano canadiense Timothy Alan Livingston. Este fue sorprendido en un apartamento alquilado mediante la modalidad de “corta estancia” en el barrio Laureles, en compañía de dos niñas de 12 y 13 años, con las que presumiblemente había sostenido relaciones sexuales.
Y aunque los policías que atendieron el caso vieron en el sitio preservativos usados y estupefacientes, este fue dejado en libertad, un hecho por el cual son investigados los uniformados que estuvieron en esa escena.
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Aunque contra LIvingston hay circular roja de la Interpol, no ha podido ser capturado.