Con apenas 19 años, Santiago Mora Romero se ha convertido en una de las promesas más firmes del deporte ecuestre colombiano. Este joven soñador tiene una admirable capacidad para sobreponerse a la adversidad, lo que lo perfila como un atleta decidido a transformar la visibilidad del salto ecuestre nacional y a proyectar la bandera tricolor en los escenarios más prestigiosos del mundo.
Su vínculo con los caballos comenzó antes de poder entenderlo del todo. Tenía solo dos años cuando su abuelo, Próspero, lo subió por primera vez a un caballo de cabalgata. Desde entonces, no volvió a bajarse.
“Ese día entendí que los caballos serían parte esencial de mi vida”, recuerda Santiago, quien ha enfocado toda su vida a forjarse como un jinete de calidad.
Mora empezó practicando volteo, una disciplina que combina equilibrio y acrobacia, y muy pronto dio el salto hacia el adiestramiento y el salto, modalidades en las que hoy sigue destacándose como representante de la Liga Ecuestre Militar, institución a la que pertenece desde hace más de 15 años.
El talento de Santiago ha crecido bajo la guía de maestros que han dejado huella en su formación. Entre ellos, los instructores de caballería Francisco Mancera, Eutimio Fernández y Santiago Medina Negrete, quienes le inculcaron el rigor, la técnica y la ética que demanda un deporte tan exigente como la equitación.
Su preparación actual está a cargo de Julio César Romero Cristiancho, instructor de salto, con quien ha aprendido que la constancia y la disciplina superan incluso al talento natural. En adiestramiento, su proceso lo lidera Diana Elizabeth Rey, quien lo ha motivado a comprender la importancia del trabajo integral y del aprendizaje continuo. “He entendido que un buen jinete se forma a diario, dentro y fuera de la pista”, afirma con convicción.
Un camino de retos y aprendizajes en el salto ecuestre
El 2024 marcó un punto de inflexión en su carrera. En los Juegos Nacionales Juveniles, Santiago participó simultáneamente en salto y adiestramiento. Sin embargo, un giro inesperado lo puso a prueba. Tuvo que cambiar de caballo a última hora y competir con un ejemplar que apenas había montado dos veces. Aun así, alcanzó el décimo puesto en salto, demostrando temple y adaptación. “Ese reto me enseñó que el éxito en la equitación no es individual, sino colectivo”, asegura.
No todo ha sido fácil. Lesiones de sus caballos, dificultades económicas e incluso una fractura de clavícula en 2018 amenazaron con detener su avance. Pero Santiago convirtió cada obstáculo en una lección.
“La equitación me ha enseñado que la verdadera grandeza está en la constancia y en la capacidad de levantarse después de cada caída”, dice, reflejando la madurez de quien ha aprendido a convivir con la resiliencia.
Un joven con proyección internacional
Egresado de un colegio inglés, The English School, Santiago combina su pasión por los caballos con una sólida formación académica. Estudia Economía y Estudios Globales en la Universidad de los Andes; habla tres idiomas y participa en proyectos de gestión cultural con Cocrea.
A pesar de su ocupada vida, Santiago mantiene la mirada firme hacia sus objetivos deportivos: representar a Colombia en Juegos Panamericanos, abrirse paso en el circuito europeo, y algún día llegar a los Juegos Olímpicos.
Su próximo gran objetivo es obtener la certificación FEI (Federación Ecuestre Internacional), que le abriría las puertas a competencias globales y daría mayor visibilidad al talento colombiano en el salto ecuestre.
Quiere ser un referente para quienes sueñan con seguir su camino. “Este es un deporte que exige disciplina, constancia y humildad. No se trata solo de ganar, sino de construir una relación profunda con el caballo y de transformar cada error en una oportunidad. Los límites no los definen los recursos, sino la pasión con la que decidimos enfrentarlos”, expresa.
¿Cómo es la tradición ecuestre colombiana?
En el salto y el adiestramiento, el país ha contado con figuras destacadas que han dejado huella en el exterior, como Roberto Terán Tafur, Manuel Torres, Daniel Bluman y René López, quienes han representado a Colombia en Juegos Olímpicos, Panamericanos y campeonatos mundiales.
Roberto Terán Tafur ha sido uno de los más laureados. Ganó tres medallas (oro por equipos, oro “overall” y plata en velocidad) en los Juegos Centroamericanos y del Caribe de Veracruz, 2014; fue subcampeón en 2023 del Gran Premio Rolex 5 en Wellington y clasificó a París 2024 tras su actuación en los Juegos Panamericanos de Santiago.
Manuel Torres, representó a Colombia en cinco Juegos Olímpicos consecutivos entre Seúl 1988 y Sídney 2000, consolidándose como uno de los deportistas más constantes del país en este deporte.
Daniel Bluman participó en los Juegos Olímpicos de Londres 2012 y ganó el Gran Premio de Canadá en el circuito internacional FEI, y René López es el más veterano en representar a Colombia en ediciones olímpicas, siendo además el atleta colombiano de mayor edad en competir en París 2024.