Tuvo cuatro opciones claras de gol, pero perdonó a un equipo de más quilates. A pesar de las pifias en definición, el Fluminense se llevó un punto contra el Borussia Dortmund (0-0) este martes en el debut de ambos en el Mundial de Clubes. El colombiano Jhon Arias, con su desequilibrio, llegadas claras de gol y recuperación de balón fue considerado el jugador del encuentro. Su compatriota Kevin Serna entró al minuto 70.
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El Tricolor de Río de Janeiro se tomó en serio su estreno en el renovado torneo de la FIFA, al que lo acompañaron miles de aficionados que, no obstante, apenas ocuparon 35.000 de las 82.500 sillas del MetLife Stadium de East Rutherford, Nueva Jersey.
La que será la sede de la final del Mundialito en Estados Unidos, y también de la Copa del Mundo de 2026, presenció el calor de la hinchada del Flu, pero también una falta de tino que luego puede resultarle cara a los sudamericanos.
Tras la paridad entre las dos escuadras llamadas a pelear por la punta del Grupo F, la llave completaba su primera jornada más tarde en Orlando con el estreno entre el Ulsan Hyundai surcoreano y el Mamelodi Sundowns sudafricano.
El Flu tendrá su segunda salida el sábado, de nuevo en el Metlife Stadium, frente a los asiáticos. El mismo día, el Dortmund chocará con los de Pretoria en Cincinnati.
“Toco y voy”
Como lo prometió el desparpajado Renato Portaluppi, el Tricolor carioca apostó a repetir el juego que le ha resultado favorable en Brasil: el famoso “toco y voy”, sello personal del potrero sudamericano y del DT brasileño.
Con pases rápidos y jugadores avanzando velozmente para abrir espacios, el Flu descolocó varias veces al once alemán, que lució rígido, quizás por el agotamiento arrastrado tras la temporada europea.
Lo cierto es que los campeones de la Copa Libertadores de América de 2023 se vieron mucho más sólidos frente a un adversario cuyo valor de mercado es seis veces mayor.
Y lo consiguieron guiados por su motor: el atacante colombiano Jhon Arias, desequilibrante por ambas bandas y sacrificado cuando perdían el balón.
De los pies del cafetero, el más aplaudido por la “torcida” cuando fue anunciado por los altavoces, surgieron tres opciones claras para doblegar a Gregor Kobel.
Primero en el minuto 17, en una escapada por la derecha, disparó y obligó a que el portero suizo volara para despejar el peligro al córner.
Luego, en el 36, otro tiro suyo, esta vez desde fuera del área, obligó a una nueva volada de Kobel. Y, finalmente, en el 50, bajó el balón para Hércules, cuyo tiro se fue ligeramente desviado.
Kobel brilló
El mayor peligro, sin embargo, no surgió de sus pies sino de un contragolpe conducido por Everaldo, quien decidió asistir a Agustín Canobbio en vez de arriesgarse a chutar contra el 1 del Dortmund.
El atacante uruguayo remató suave a las manos del guardameta, quien después se consagró como figura al bloquear un remate de Everaldo dentro del área en el minuto 68.
¿Y el poderoso ataque del BVB, el tercero más anotador de la Bundesliga, y que contó en East Rutherford con el artillero de la Champions, Serhou Guirassy (13 goles)?
Apenas probó a Fábio, el jugador más veterano del Mundial, con 44 años, en un remate cruzado de Marcel Sabitzer a falta de veinticinco minutos para el final. Ni el debut de Jobe Bellingham, que entró el segundo tiempo, les dio oxígeno.
El club del barrio carioca de Laranjeiras mantuvo hasta el pitazo final su voluntad de llevarse los tres puntos y arrodillar al favorito del grupo, pero los reflejos de Kobel y su mira desajustada le obligaron a contentarse con un punto.