En medio de la tormenta política que generó la controvertida carta del excanciller Álvaro Leyva, en la que, entre otras, reveló que el presidente Gustavo Petro tiene un “problema de drogadicción”, este miércoles desde la oposición fue radicado un recurso para exhortar al primer mandatario a que se someta a exámenes toxicológicos y psiquiátricos con miras a evaluar su capacidad para conducir el país.
La proposición fue radicada por la senadora María Fernanda Cabal del Centro Democrático y en ella se propone que el Congreso exhorte al mandatario a someterse a los exámenes en un plazo no mayor a 15 días en una entidad médica, bien sea pública o privada, de reconocida idoneidad.
En primer lugar, se propone un examen toxicológico “para descartar o confirmar el consumo de sustancias psicoactivas”. Por otro lado, una evaluación psiquiátrica “integral” para determinar su plena capacidad cognitiva, emocional y funcional para ejercer el cargo.
Según Cabal, la solicitud se enmarca en el ejercicio del control político por parte del Congreso y se motiva en hechos públicos y notorios “que comprometen la moralidad pública, la seguridad nacional y el correcto desempeño del jefe de Estado”.
La senadora reclamó que la conducta que pone al descubierto el excanciller Leyva evidenciaría que Petro “es un riesgo para la seguridad nacional, esto con base no solo en muchos rumores e historias de lo que sucede y su inasistencia a compromisos oficiales obligatorios, sino por la carta de su excanciller que deja clarísimo que su conducta representa un riesgo para el país”.
En su momento, Benedetti dejó entrever que no le quisieron dar el puesto político que pedía porque consumía cocaína. “Después de todo, ella (Laura Sarabia) me dice: “No, es que hay un problema de cocaína, no sé qué vaina”. Y yo le dije: “ah qué bien...”, señala Benedetti, haciendo referencia a la vez que Laura Sarabia, exjefe de Gabinete de Petro, le ofreció la Cancillería, pero luego le retiró la opción.
Benedetti recuerda que esa situación más que ofenderlo lo sorprendió porque insinuó que el presidente Petro también sería consumidor de cocaína, y así las cosas, él tampoco podría entonces tener un lugar en el Gobierno. “Yo le dije: ah, no, tu jefe no hace un culo, si fuera por eso, qué hace el man ahí”, resaltó el exembajador de Colombia en Venezuela.
En su carta, Leyva hizo una radiografía del Ejecutivo, llegó a decir que el jefe de Estado tiene un “problema de drogadicción” e inclusive, que está “secuestrado” en su propio Gobierno.
En la misiva, de cuatro páginas y fechada el 22 de abril, el excanciller también lanza pullas contra el hoy ministro del Interior, Armando Benedetti –a quien acusó de ser “un enfermo”–, así como a la canciller Laura Sarabia, señalando que “le satisfacía algunas necesidades personales” al primer mandatario. Inclusive, advirtió que como presidente Petro incurre en abuso del poder y que nunca se pudo sentar con él para “trazar la política exterior del Estado”.
Sin pronunciarse de forma directa sobre las acusaciones de un supuesto consumo problemático de drogas tras los señalamientos del excanciller Álvaro Leyva, este miércoles el presidente Gustavo Petro reclamó por “suspicacias atroces” frente a lo ocurrido en París (Francia) a mediados de 2023 y lamentó que detrás de ellas haya personas “a las que les he dado la mano”.
En su explosiva carta, Leyva aseguró que el jefe de Estado tiene un “problema de drogadicción” y se refirió al viaje que realizó el mandatario en junio de 2023 a París, Francia, donde cambió los planes y decidió alargar su estadía sin razón aparente.
Ese cambio en el itinerario de Petro se justificó en que se iba a reunir con altos directivos de la compañía Dassault Aviation, una de las empresas en puja para hacerse al millonario proceso para renovar la flota de aviones de combate de la Fuerza Aérea. No obstante, se confirmó que el encuentro se canceló y tuvo “agenda privada”.
Frente a ello, Leyva evocó la situación y, reivindicándose como “primer testigo”, expresó su “desazón y desconcierto”. Según el excanciller, Petro “se desapareció dos días” y sugirió que ya la inteligencia francesa conocía su paradero.
“Momentos embarazosos para mí como persona y como su canciller. Y mucho más cuando supe en dónde había estado. Me apena decirlo hoy –tarde ciertamente–, pero por esa época ya tenía conocimiento de episodios suyos de similar comportamiento. Fue en París donde pude confirmar que usted tenía el problema de la drogadicción”, explicó el excanciller.
Ante ello, Petro alegó que se “volvió pecado” estar con su familia y que tanto sus hijos como su madre viven en el extranjero y, dada “la persecución que sufrimos”, tiene muy pocas oportunidades de verlos.
“Se me volvió pecado estar con mi familia. Por vivir varios de mis hijos y mi madre en el extranjero, por la persecusión que sufrimos, tengo muy pocas oportunidades de verla. No creí que ese hecho desatara suspicacias atroces en personas a las que les he dado la mano” (SIC), manifestó el mandatario a través de su cuenta en la red social X.
Previamente, el mandatario hizo referencia a los parques, museos y librerías de París, “más interesantes que el escritor, para pasar dos días. Casi todo en París es más interesante”.