Son muchas las películas, canciones y libros que están construidos bajo la premisa de que el desamor puede causar la muerte. Teniendo esto en cuenta, el corazón partido podría ser uno de los principales causantes de los fallecimientos literarios y poéticos. Pero, al igual que los personajes de ficción, ¿realmente podemos morir por tener el corazón roto? Los médicos dicen que sí.
La miocardiopatía de tako-tsubo es una enfermedad cardíaca que ocurre cuando el ventrículo izquierdo del corazón –el encargado de bombear sangre rica en oxígeno al resto del cuerpo– se debilita de un momento a otro. Los síntomas de esta afección, que es poco común, son muy similares a los de un infarto: dolor en el pecho, dificultad para respirar y mareos.
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Pero sus causas generalmente están asociadas a situaciones que desencadenan un alto nivel de estrés como la pérdida de un ser querido, una ruptura amorosa o problemas económicos. Por eso es que esta enfermedad también es conocida como síndrome del corazón roto. Lo que ocurre en este órgano es que este se llena de hormonas del estrés, lo que hace que parte de él funcionara como si se hubiera “congelado”.
Esta enfermedad fue descubierta en la década de los noventa en Japón y fue llamada tako-tsubo porque, cuando se presenta, el ventrículo adopta una forma similar a la de esta vasija japonesa que lleva el mismo nombre y que es utilizada para pescar pulpos. Desde entonces, de acuerdo con la Fundación Española del Corazón, el 85% de casos a nivel mundial han sido reportados en mujeres mayores de 50 años que tienen un nivel alto de estrés emocional.
Sin embargo, un estudio publicado recientemente en Estados Unidos en el Journal of the American Heart Association encontró que, en realidad, esta enfermedad puede ser mucho más mortal para los hombres que la padecen. Para esta investigación se analizaron los datos de casi 200.000 pacientes hospitalizados entre 2016 y 2020 y se dieron cuenta que, si bien el 83% de los casos se trataba de mujeres, los hombres tenían más del doble de probabilidades de morir por esta miocardiopatía.