Jugar con los sonidos, con la respiración y el silencio. Poner la lengua debajo de los dientes o detrás del paladar. El beatbox le hace honor a su nombre y convierte el cuerpo humano en una verdadera caja de música capaz de crear e imitar ritmos y sonoridades melódicas y armónicas. Esta es la historia de Zpark y Beatmeda, dos jóvenes de Medellín que han llevado este arte a otro nivel.
Pico y Placa Medellín
viernes
0 y 6
0 y 6