Este viernes 20 de julio la Cámara de Representantes y el Senado votarán la reforma laboral para que pase a sanción presidencial. Sin embargo, uno de los puntos que más debate ha generado entre los aprobados es la modificación del horario de inicio de la jornada nocturna, que pasará de las 9:00 p. m. a las 7:00 p. m.
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Este cambio ha encendido las alertas en sectores cuya actividad principal se concentra precisamente en las horas de la noche. Bares, discotecas, gastrobares y hoteles serían algunos de los más afectados.
Por esta razón, desde Asobares han reiterado su solicitud de establecer un régimen especial y excepcional que tenga en cuenta las particularidades de estas actividades económicas, con el fin de evitar efectos negativos sobre el empleo y la operación del sector nocturno y turístico.
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Juan Pablo Valenzuela, presidente de Asobares Antioquia, expresó su preocupación al señalar que “la noche cada vez es más oscura”. Asimismo, manifestó su “profunda preocupación y rechazo ante la gran desconexión” que, en su opinión, está mostrando el Congreso frente a la realidad y funcionamiento de la industria del entretenimiento nocturno.
“Esta nueva reforma laboral trae consigo algunos cálculos pesimistas, especialmente frente a un incremento aproximado del 25 % en los costos laborales de contratación para el personal que trabaja en la economía nocturna. Se trata de un sector que, solo en Medellín, representa el sustento de 147.000 personas, con un ingreso promedio de $1.900.000 mensuales”, señaló.
Agregó que, además, aporta significativamente a la generación de empleo femenino, con una participación cercana al 52 %, y que es una industria que contrata de manera intensiva a jóvenes entre los 18 y 28 años, que constituyen alrededor del 38 % de su fuerza laboral.
“No podemos dejar de lado su importancia para la ciudad, ya que contribuye con cerca del 6 % al PIB de Medellín”, puntualizó Valenzuela.
Por su parte, Camilo Ospina, presidente del gremio a nivel nacional, sostuvo que se sigue sin reconocer a la noche como un factor laboral determinante en el 68% de las mujeres, 30% jóvenes.
“Se sigue cargando la noche con más costos, lo que hace inviable la formalización de un sector que sí le apuesta al desarrollo de su talento humano”, dijo.
