Colombia se consolidó como una potencia en el mercado global de fajas y ropa de control. Según datos de ProColombia, el país es el primer exportador de América Latina y el segundo a nivel mundial en este segmento.
Solo en 2024, las exportaciones superaron las 1.300 toneladas y generaron más de US$54 millones, lo que representó el 12% de las exportaciones de productos de vestir.
El éxito radica en la fortaleza de la industria textil nacional y en el reconocimiento internacional del país como centro de cirugías estéticas, un nicho clave para este tipo de prendas.
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Entallarte: la empresa antioqueña que conquista mercados internacionales
Entre las compañías que lideran la expansión está Entallarte, con sede en Antioquia. En 2024 logró ventas superiores a $12.000 millones y proyecta cerrar 2025 con ingresos de $22.000 millones.
Actualmente tiene presencia en Estados Unidos, Ecuador, República Dominicana, Guatemala, Chile y Costa Rica, y ya prepara su llegada a El Salvador y Honduras, completando su cobertura en Centroamérica.
Su CEO, Leidy Grisales, asegura que los productos más demandados a nivel nacional e internacional son las fajas postoperatorias, la cinturilla de 9 varillas, el short cachetero, la faja moldeadora invisible, el body composition abdomen y la faja efecto lipo de 9 varillas.
Innovación: del “shapewear rígido” al “lifestyle”
El mercado colombiano se distingue por no ofrecer fajas genéricas, sino prendas segmentadas, como postquirúrgicas, postparto, de uso diario, deportivas y de alta compresión con efecto lipo.
Esta diversificación ha permitido competir de frente con gigantes como China, el primer exportador mundial.
“Las fajas hechas en Colombia son muy apetecidas en el mercado internacional debido a la tecnología de nuestras telas que las hace transpirables en climas tropicales. Hoy, la tendencia pasó de la ‘faja rígida’ al ‘shapewear lifestyle’, es decir, a prendas que moldean la figura y acompañan la cotidianidad con comodidad, diseño y versatilidad, siempre con un efecto natural”, explica Leidy Grisales.
La ejecutiva destaca también la inclusividad de tallas y cuerpos, con patrones que respetan la proporción real de las mujeres latinas.
En Colombia, la compra de fajas también crece. Según datos de Entallarte, Bogotá concentra el 31% del consumo, seguida por Medellín (24%), Cali (18%) y Barranquilla (12%).
La percepción también cambió, si antes las fajas eran vistas como prendas rígidas y reservadas para ocasiones específicas, hoy se usan a diario como ropa interior premium.
Las más demandadas son las sin costuras, minimalistas y en tonos piel, que ofrecen un efecto invisible y natural.
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Medellín y Cali: laboratorios de innovación en la industria
Ciudades como Medellín y Cali, reconocidas por su cultura de la belleza, han impulsado la innovación en diseño y funcionalidad.
Estas capitales no solo concentran un consumo exigente, sino que también marcan las tendencias que hoy siguen los mercados internacionales.
A ello se suma que Colombia es uno de los destinos líderes en cirugías estéticas en el mundo, con procedimientos como lipoescultura, gluteoplastia y abdominoplastia entre los más comunes. Esa condición ha convertido al país en referente en la producción de fajas postquirúrgicas y de uso diario.
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- ¿Cuánto factura Entallarte y dónde vende actualmente?
- En 2024 facturó más de $12.000 millones y ya está en EE. UU., Chile, Costa Rica, Ecuador, Guatemala y República Dominicana.
- ¿Qué tipos de fajas son más demandadas?
- Las postoperatorias, moldeadoras invisibles, postparto y de uso diario, con diseños que combinan comodidad y efecto natural.
- ¿Por qué Colombia es líder mundial en shapewear?
- Gracias a la innovación textil, la demanda de cirugías estéticas y el diseño adaptado al cuerpo latino, Colombia es el segundo exportador mundial.