El Contralor General de la República, Carlos Hernán Rodríguez, consideró como compleja y desafiante la situación económica y fiscal del país e hizo un llamado para que se analicen e implementen, con “prudencia y mesura”, las medidas necesarias para hacer frente a los desafíos que se presentan en materia de manejo presupuestal y recaudo tributario.
Rodríguez abordó el tema durante su intervención en la 59ª Convención Bancaria, realizada en Cartagena, y aprovechó para hacer un llamado al Gobierno Nacional a ejercer con firmeza los mecanismos disponibles para alcanzar las metas de recaudo.
Entre ellos, destacó la importancia de mejorar la oportunidad y efectividad en la fiscalización y el cobro por parte de la Dian, así como la implementación de medidas efectivas contra la evasión y la elusión tributaria.
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Al analizar el rumbo que sigue la economía nacional, el funcionario sostuvo que el principal desequilibrio macroeconómico se concentra en las finanzas del Gobierno Nacional Central, marcado por un nivel de gasto que no decrece, la elevada inflexibilidad del presupuesto y la creciente carga del servicio de la deuda.
“Por el lado de la ejecución presupuestal tampoco vemos un avance significativo. Al 31 de mayo la ejecución del presupuesto alcanza un 30,5% del total, destacándose el rubro de inversión con un 19,3%”, dijo.
Agregó que es necesario que las unidades ejecutoras de gasto público fortalezcan el seguimiento y control que realizan, con el fin de mejorar la eficiencia en la ejecución del gasto.
Ambiciosa meta de recaudo tributario
El contralor hizo un repaso de las diferentes observaciones y llamados de atención que se han emitido desde 2023 sobre la ejecución presupuestal, el comportamiento del recaudo tributario y la gestión del presupuesto público.
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Asimismo, se refirió al seguimiento permanente que ordenó sobre la gestión de la Dian, mediante el cual se está monitoreando en tiempo real la evolución de los principales tributos nacionales.
Por su parte, calificó como ambiciosa la meta de recaudo tributario planteada por el Gobierno en el Presupuesto General de la Nación para 2025, que contempla un crecimiento del 22,5% en los ingresos tributarios, frente a un crecimiento nominal estimado de la economía del 6%. Según sus cálculos, para alcanzar esa meta, la Dian deberá obtener recursos adicionales cercanos a los $40 billones.
También señaló que, a abril de 2025, los ingresos totales efectivos netos presentaron un incremento nominal de $27,74 billones, lo que representa un crecimiento del 19,2% nominal y del 13,4% real frente al mismo periodo de 2024. Este aumento estuvo impulsado principalmente por mayores recursos de capital de la Nación. En cuanto a los ingresos tributarios, la recaudación alcanzó los $84,7 billones, lo que equivale a una ejecución del 27,6% frente al aforo vigente de $307,27 billones.
Posteriormente, adelantó algunos hallazgos de la revisión que la Contraloría viene realizando sobre la gestión de la Dian: “Hasta el momento, hemos identificado hechos relevantes, entre ellos, inconsistencias significativas en las declaraciones tributarias y aduaneras, operaciones sospechosas relacionadas con empresas no reguladas y criptomonedas, así como deficiencias en la trazabilidad de grandes contribuyentes”.
Estos hallazgos provienen del análisis de bases de datos de la entidad y del cruce de millones de registros tributarios y aduaneros, actualmente en proceso de verificación y consolidación.
Finalmente, el contralor subrayó la necesidad de fortalecer la eficiencia del sistema tributario nacional y cerrar los vacíos normativos y operativos que han facilitado prácticas de evasión y elusión fiscal.
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Por otro lado, hubo advertencias sobre los posibles efectos del Decreto 0572 de 2025, que adelanta el cobro de la retención en la fuente.
Señaló que esta medida, aunque podría aumentar el recaudo tributario en 2025, también implica el riesgo de afectar negativamente los ingresos proyectados para 2026, si no se considera adecuadamente su impacto.
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Según explicó, este desfase podría comprometer la planeación presupuestal del próximo año. Por ello, insistió en la necesidad de tener en cuenta este efecto al formular el Marco Fiscal de Mediano Plazo de 2025 y al estructurar el proyecto del Presupuesto General de la Nación para 2026, con el fin de evitar desequilibrios como los ocurridos en las vigencias de 2023 y 2024.
