El presidente Nicolás Maduro, quien suele sacar pecho por lo que llama mejoras en la condición de vida de Venezuela –lo que contrasta con la creciente pobreza y los altos índices de inflación–, se enfrenta a una nueva ola de protestas y marchas en las calles de varias ciudades de ese país.
En efecto, miles de trabajadores públicos llevan varios días –comenzaron hace una semana– marchando para exigirle al Gobierno de Maduro un aumento de salarios y pensiones, así como la firma de los convenios colectivos que –entre otras cosas– establecen beneficios como el seguro médico.
“Los educadores están protestando para que comience la discusión del contrato colectivo (...) porque no es posible que dieron un bono, tratando de suspender esta manifestación, de 580 bolívares (29,8 dólares). No queremos bonos, queremos un sueldo (...) que sea suficiente para cubrir las necesidades alimentarias”, le dijo a EFE el presidente del Sindicato de Maestros de Caracas, Edgar Machado.
La protesta se replicó en varias ciudades de, al menos, 17 de los 13 estados venezolanos, según información compartida en las redes sociales por organizaciones gremiales.
En Caracas, los trabajadores públicos habían convocado a protestar a las afueras del Ministerio de Educación, para intentar ser escuchados por las autoridades, pero cambiaron el lugar de concentración luego de que el chavismo convocara a una manifestación en ese mismo lugar.
Esto último refleja el relato de contramarcha que siempre se ha aupado desde el Palacio de Miraflores cuando le estallan protestas ciudadanas a Maduro. Incluso, en algunas oportunidades terminan en choques entre las dos orillas.
La presidenta del Colegio de Enfermería de Caracas, Ana Rosario Contreras, le dijo a EFE que los salarios y las pensiones, equivalentes a unos 7 dólares, deben estar al mismo nivel del costo de la canasta básica de alimentos que en diciembre pasado tuvo un precio de 371 dólares, de acuerdo a datos del Observatorio Venezolano de Finanzas (OVF).
“Vamos a continuar con una agenda unitaria de lucha, con organización, con unión y movilización de los trabajadores públicos, porque estamos convencidos que si construimos un tejido social de lucha impermeable a las divisiones y a las fracturas, los trabajadores lograremos el objetivo”, enfatizó Contreras.
La meta, prosiguió, es tener “calidad de vida”, porque actualmente los trabajadores de la enfermería “ni siquiera pueden pagar el pasaje (del transporte público) a su trabajo”.
El sábado, maestros venezolanos afines al chavismo marcharon en Caracas para mostrar su respaldo al Gobierno, al tiempo que pidieron buscar alternativas que permitan “recuperar” el poder adquisitivo “en medio de la guerra económica”.
En todo caso, los profesores que se tomaron las calles tienen un objetivo claro y es que “paguen en divisas”, lo cual se traduce en dólares, la moneda dominante en el país del chavismo.