“Te coroné”, gritó con fuerza, mirando Occidente desde Medellín y recostado en la reja que pone límites en el último piso del edificio Coltejer, el más alto de Medellín, el ciclista extremo Javier Zapata.
33 minutos y 7 segundos antes, en la Plazoleta de la edificación, empezó la hazaña de subir, 25 años después de la primera vez que lo hizo, hasta el piso 35 de la torre.
“Pensé que no la iba a lograr”, dijo Javier, de 52 años, cuando ya estaba posando para las fotos en la plataforma de acero, que era el punto más elevado del Coltejer. Pidió agua. Dijo que se sentía agotado, que estaba mareado. Pero, a pesar de todo, coronó para demostrar que la edad no importa.
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