El París Saint-Germain ya jugó una vez una final de la Liga de Campeones y la perdió. Fue en la temporada 2019-2020, cuando cayó 1-0 contra el Bayern de Múnich, de Alemania.
El Inter de Milán, por su parte, ya goza de tres conquistas en la máxima competición de clubes, logradas en 1964, 1965 y 2010. Además, fue subcampeón otras tres veces, en 1967, 1972 y 2023, en esta última cuando cayó contra el Manchester City 1-0.
Le puede interesar: La épica historia de Acerbi: superó dos veces un cáncer y ahora es finalista de la Champions League
Ahora, el elenco francés e italiano, con grandes virtudes y en una competición de alto nivel en la que se quedaron en el camino históricos como Real Madrid, Liverpool y Barcelona, se volvieron a clasificar a la última instancia de la máxima competición de clubes de Europa, en la que se medirán este 31 de mayo en el Allianz Arena de Múnich, desde las 2:00 de la tarde.
¿Será que pesará la experiencia y jerarquía del cuadro milanés ante el aguerrido y joven en nómina PSG?
Los dos llegan con la moral en alto. El Inter acabó, en una serie inolvidable y en tiempo extra (4-3 global, 7-6 en el marcador agregado), con las jóvenes promesas del Barcelona, lideradas por Lamine Yamal, de 17 años.
Entre sus fortalezas, el Inter, dirigido por el exdelantero Simone Inzaghi, cuenta con un arquero que es prenda de garantía: el suizo Yann Sommer. Si no fuera por las atajadas de ese gigante de 1.83 de estatura, tal vez el elenco catalán habría sido el finalista. También, el Inter tiene una defensa férrea, con experimentados como Francesco Acerbi, de 37 años y autor del gol al minuto 93 para llevar la serie a la prórroga; Yann Aurel Bisseck y Alessandro Bastoni.
Atrás juega con línea de tres. Y más adelante, para cortar juego, alinea a cinco hombres, entre ellos Denzel Dumfries, Nicolò Barella, Hakan Çalhanoğlu, Henrikh Mkhitaryan y Federico Dimarco. Mientras que adelante compite con Lautaro Martínez y Marcus Thuram.
Con ese esquema, Inzaghi sorprendió durante la competición, pues si bien montó un gran bloque defensivo, a la vez, con sus hombres por los costados y la presión ejercida por sus delanteros, causó dolor de cabeza a los defensores rivales. Solo el Barça lo puso en grandes aprietos, debido al impresionante talento de Yamal, que hasta con tres jugadores marcándolo, desequilibraba con una facilidad asombrosa. El Inter defiende, pero cuando ataca es letal.
Entonces, entre sus virtudes, posee una defensa sólida y gran eficacia ofensiva. En octavos dejó en el camino al Feyenoord (4-1) y en cuartos al Bayern de Múnich (4-3). Además, ha evidenciado experiencia en momentos decisivos, como en la semifinal ante el Barcelona, en la que Davide Frattesi anotó el gol decisivo en la prórroga para asegurar el pase a la final.
Entre sus falencias, depende demasiado de sus centrales para hacer la diferencia. Ante el PSG podría tener dificultades si se ve obligado a adoptar una postura más de ataque, si el cuadro de París consigue romper su línea defensiva de manera temprana.
Sedientos de gloria
También entre sus fortalezas, la juventud le ha dado dinamismo al equipo. Entre esos talentos se destacan Desiré Doué, de 19 años, Bradley Barcola, de 22, o Khvicha Kvaratskhelia, de 24 años. O por ejemplo, el portugués Vitinha, de 25, que llegó al club en 2022 y ahora ya no está a la sombra de los grandes; con su talento brilla por sí solo. Todos ellos tienen velocidad y gran lectura de juego.
También tienen solidez defensiva, iniciando por su arquero Gianluigi Donnarumma, entre los héroes de la clasificación. En octavos, el PSG superó al Liverpool de Luis Díaz (por penales, tras igualar la serie 1-1), luego venció al Aston Villa (5-4) y en semifinales al Arsenal (3-1).
Esperan en la final contar con una de sus estrellas, Ousmane Dembélé, quien se perdió la semifinal tras sufrir una distensión en el tendón de la corva del muslo derecho.
Se viene un encuentro que pinta apasionante, entre dos equipos que muestran equilibrio en sus diferentes líneas.