Atlético Nacional continúa en la búsqueda de un nuevo director técnico que encamine al equipo hacia la estabilidad y el protagonismo que la hinchada exige. Entre los nombres analizados por la dirigencia verdolaga apareció uno que encendió la ilusión de muchos: Ricardo Gareca, el entrenador argentino de prestigiosa trayectoria. Sin embargo, su llegada quedó rápidamente descartada por un factor determinante: el alto costo de sus servicios.
El “Tigre” Gareca percibe cerca de 3.7 millones de dólares anuales, cifra que equivale aproximadamente a 14 mil millones de pesos colombianos. Un monto que supera con creces el presupuesto de Nacional para el rubro técnico, haciendo inviable cualquier negociación inmediata.
El propio Gareca, en diálogo con El VBar Caracol, no ocultó su admiración por la institución paisa: “Tengo un gran respeto, es un grande sin lugar a dudas. Es una decisión que podría llegar a ver”, comentó el estratega, dejando abierta la puerta en caso de que las condiciones cambien en el futuro.
La mención de su nombre no pasó desapercibida en el ambiente futbolero colombiano. Su experiencia en selecciones nacionales —particularmente con Perú y Chile—, sumada a sus éxitos en clubes de Argentina, lo convierten en un candidato de jerarquía internacional. Sin embargo, la realidad económica impuso un freno inmediato.
Mientras tanto, la dirigencia de Nacional continúa analizando con calma otras alternativas para definir al reemplazo definitivo en el banco. En este período de transición, Diego Arias se mantiene como entrenador interino, conduciendo al equipo con disciplina y respaldo de la plantilla, mientras los hinchas esperan con expectativa el anuncio oficial.
La carpeta de Gareca, aunque cerrada por ahora, deja entrever la ambición del club de buscar un técnico de renombre, capaz de devolverle al Verde el brillo en el ámbito local e internacional. La gran pregunta es si la institución logrará encontrar un nombre que combine experiencia, proyección y, sobre todo, viabilidad financiera para asumir el reto de dirigir al equipo más laureado de Colombia.