La historia, a veces, se encierra en un baño. Cuatro décadas después de que el Palacio de Justicia se convirtiera en epicentro de la barbarie, Colombia recibió un largometraje que obliga a revivir las 27 horas más agónicas de su historia reciente.
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Se trata de Noviembre, la película dirigida por Klych López que, protagonizada por Natalia Reyes y Santiago Alarcón, se estrenó en salas de cine el pasado jueves 2 de octubre, conmemorando el cuadragésimo aniversario de la toma del M-19 y la posterior retoma militar.
EL COLOMBIANO habló con Juan Morales, actor colombiano que, por medio de su personaje en la película, transmitió las sensaciones y experiencias de los ciudadanos que vivieron en carne propia esa “pesadilla”. Además, contó también detalles de su vida y carrera.
“Yo siento que yo no decidí ser actor. A mí me tocó ser actor. Y me tocó porque desde que tengo uso de razón yo le decía a mi mamá que yo quería estar en esa cajita mágica que estaba ahí, que era el televisor”, comenzó diciendo Morales.
Y es que el filme tan importante no se limitó a narrar solo los hechos, que son los verdaderos protagonistas de esta historia, sino que también se adentró en el infierno de la claustrofobia y la tensión extrema en medio de un momento de violencia. Morales caracterizado por su profesionalismo y resiliencia, detalló un poco lo que es duro camino de la actuación.
“Es muy complejo que den la oportunidad para estar en una producción, en una novela, seriado o película. A mí me ha tomado tiempo, pero yo agradezco ese tiempo porque gracias a ese tiempo, gracias a esa carnita que he tenido como ser humano, esa carnita es la que yo puedo llevar a mis personajes. Esa experiencia de vida, esa calle”, contó este actor, que a pulso se ha abierto paso en la industria.
La trama transcurre casi en su totalidad dentro de un baño del Palacio, donde guerrilleros y rehenes, magistrados y civiles, son forzados a una convivencia insoportable mientras afuera se libra una batalla campal en la que se derramó sangre.
La delgada línea entre víctima y victimario: José, un testigo “silencioso”
La narrativa propuesta por López buscó deconstruir los roles estáticos, explorando la “delgada línea entre víctima y victimario”.
Esta película propuso una inmersión en la dignidad y la resistencia humanas, situándolas en el centro de un conflicto que todavía genera profundos debates sobre las responsabilidades del Estado y la guerrilla.
Uno de los personajes clave en esta exploración es José, interpretado por Juan Morales. Este conductor, un ciudadano común que quedó atrapado junto a los principales actores del drama, funciona como el espejo de la ciudadanía en medio del caos institucional.
“Noviembre llegó cargado de mucha esperanza, de mucha ilusión, de unas ganas inmensas, de hacer cosas, de decir cosas, de decirle al mundo, ‘Aquí estoy’”, expresó.
Para Juan, esta película fue una gran experiencia debido a todo lo que conllevó hacerla. Un reto que no solo lo puso a prueba como actor, sino como persona que trato de representar un ser humano que vivió una experiencia que pocos pueden contar.
“Primero que todo fue una emoción enorme, un honor, para mí, Noviembre significa emoción, honor y respeto. A la memoria de las víctimas que vivieron esta tragedia, esta masacre”, detalló.
Por otro lado, también describió como fue ser uno de los personajes que estuvo encerrado en el baño donde todo ocurrió en su mayoría. Un carro tanque entrando, los gritos, el caos, las noticias que decían que los del M-19 se había tomado el Palacio de Justicia, como todo fue representado.
“Cuando yo empiezo a grabar y empezó a encarnar a uno de los personajes frustrados, porque yo soy uno de los primeros de las primeras tres personas que entran a ese baño y es la última, casi la última que sale. Entonces, mi personaje está todo el tiempo viendo quién entra, quién muere. Todo lo que pasa, lo de José, José es un testigo silencioso”, relató.
Y agregó que, “José es un testigo que no pidió estar como testigo en un fuego cruzado. Simplemente por circunstancias de la vida, yo siempre digo que es como un hombre común en situaciones extraordinarias. Entonces, el verme en eso, el verme metido en eso era como una sorpresa todos los días. Sufrieron las víctimas y los victimarios”.
De acuerdo con Juan, él vivió esta película desde “la humanidad” de los hechos, porque “los hechos son los verdaderos protagonistas, no los actores”, dentro del gran desarrollo de la trama en esta historia que muchos o pocos conocen.
“Lo viví desde la humanidad. Desde el hecho de decir hubo más, nunca se ha contado qué pasó en ese baño, nunca se contó cuál fue el dolor de las personas que estaban ahí, nunca se confrontó con imágenes de archivo y una historia. Es un guion muy bien llevado como lo hizo Tomás Corredor para llevarlo al cine, que es lo novedoso de esta película, en donde no se busca culpables”, afirmó Morales.
De Toronto a Prime Video: un estreno con aval internacional
El impacto de Noviembre trascendió las fronteras antes de su estreno local. La película fue seleccionada para la sección Discovery del Festival Internacional de Cine de Toronto (TIFF) 2025, donde su aproximación “humana” a los sucesos de 1985 recibió comentarios muy positivos.
Tras su debut en las salas del país, se confirmó su llegada al catálogo de Prime Video, asegurando que la historia de la toma y retoma militar, con toda su carga emocional y sus interrogantes sobre justicia y memoria, alcance a las nuevas generaciones desde una perspectiva cinematográfica.
“Necesitamos de más propuestas como estas. Necesitamos de más ejercicios de diálogo. De más ejercicios de conciencia y de unión de memoria. Más ejercicios que nos den cabida a las diferentes formas de expresión y de maneras de pensar. Porque nos cuesta entender que hay diferentes formas de pensar, que hay diferentes formas de hacer las cosas, que no es derecha o izquierda, la vida es una escala de grises”, expresó Juan sobre la razón de películas como Noviembre.
Según sus realizadores, la película se propone, así, como un “vehículo” para confrontar y conocer un pasado que sigue latente en la memoria colectiva colombiana.