Un grupo de empleados y profesionales de la salud del Hospital de Nazareth —ubicado en la alta Guajira— protagonizó este martes una protesta a raíz de demoras en el pago de sus salarios en los últimos meses. El personal pide acuerdos de pago programados y firmar contratos y denuncian condiciones precarias de trabajo.
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A raíz de la manifestación, los trabajadores entraron en paro y piden la renuncia de la agente especial interventora del hospital, Nelvis Yudian Guerra Vangrieken.
Vale recordar que este centró médico está bajo intervención forzosa administrativa de la Superintendencia de Salud desde el pasado 15 de enero y que se extenderá por un año.
Precisamente, según los empleados que hoy están en huelga, es desde entonces que se empezaron a presentar las demoras en los pagos. Por esto, varias de estas personas también piden que las EPS cancelen las deudas que tienen con esa Empresa Social del Estado (E.S.E.), así como más personal de salud con buenas condiciones laborales y “no más amedrentamiento al personal que día a día labora en la institución”.
La E.S.E. Hospital de Nazareth es la principal sede asistencial de la Alta Guajira, en donde tiene un radio de acción de 8 kilómetros cuadrados del desierto de ese departamento, en donde hay población Wayuú.
Algunas de las quejas de los empleados es que están trabajando sin aseguradora de riesgos laborales en campo y remisiones, por eso piden pagos dignos para prestar “servicios (de salud) dignos”.
“La solución no es liquidar el Hospital, es que usted (Nelvis Yudian Guerra) renuncie. El hospital se respeta”, dice uno de los carteles que los manifestantes ubicaron en la sede de la E.S.E.
La Supersalud intervino el Hospital de Nazareth argumentando que tenía una situación financiera, administrativa, jurídica y asistencial crítica después de unas auditorías realizadas en noviembre y diciembre de 2024. En estas se identificaron 28 incumplimientos en su gestión, lo cual evidenció presuntas fallas que estaban afectando la atención oportuna y adecuada a los usuarios (sobre todo en contextos de enfoque diferencial).
Entre las falencias detectadas por esa entidad estaban la falta de control en el manejo de medicamentos, las deficiencias en la calidad de la información contable y financiera, el incumplimiento de reuniones legales obligatorias, el deterioro en la infraestructura, irregularidades en la contratación del talento humano e incumplimiento de los requisitos de habilitación.
Aun así, los trabajadores en huelga aseguran que ninguna de esas situaciones han mejorado a casi meses de iniciada la intervención.
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