Este jueves, primero de mayo –en un acto lleno de simbolismos que incluye desenvainar la espada de Simón Bolívar–, el presidente Gustavo Petro radicará en el Senado su consulta popular. Además de darle un empujón a la fallida reforma laboral, el evento promete medir las fuerzas con las que cuenta el petrismo con miras a 2026 y darle un espaldarazo implícito al Gobierno en momentos de máxima tensión con el Congreso y la rama Judicial.
De allí que desde Casa de Nariño se estén jugando el todo por el todo para garantizar un evento masivo que sirva como plataforma electoral para permanecer en el poder y asegurar mayorías en el Congreso a partir de 2026. Aunque luego tuvo que corregir, el ministro del Interior, Armando Benedetti, admitió el pasado viernes que el 1 de mayo arranca la “mini reelección” de Petro y para ello, el primer paso es mostrar “músculo de calles”.
Al instalar los comités ciudadanos por el ‘sí’ en la consulta popular durante un evento en Soledad (Atlántico), Petro instó a “millones de colombianos” a movilizarse este jueves: “Millones de colombianos, este 1 de mayo, invito a todos los rincones de la patria a salir con la bandera a gritar libertad y democracia”, dijo.
La instalación levantó alerta en organizaciones como la Misión de Observación Electoral (MOE), en cabeza de su directora, Alejandra Barrios, quien advirtió que ni siquiera se ha radicado el mecanismo en el Senado. “En este momento no estamos en una consulta, no se le puede decir a la ciudadanía que ya hay una consulta funcionando y que por eso se están instalando comités promotores”, declaró Barrios a Blu Radio.
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Aunque no hay cálculos oficiales, los más optimistas en Casa de Nariño esperan que haya concentraciones y manifestaciones de al menos 10 millones de personas. Para ello, desde este mismo lunes organizaciones indígenas comenzaron a llegar a Bogotá e incluso, un grupo de ellos resolvió radicarse en el campus de la Universidad Nacional, desatando choques con estudiantes que no pudieron entrar a clases.
“Se ven personas con machetes y con actitudes bastante intimidantes. Me dicen que hay que tener mucho cuidado en acercarse y que hay tensión en el ambiente”, reclamó el profesor Diego Torres.
Al margen de los choques por la presencia de los indígenas en el campus universitario, lo cierto es que su masiva llegada a la capital evidencia los movimientos para aglutinar a la mayor cantidad de manifestantes. En esa línea, ante la duda de cómo y quién financia a estos grupos para acudir en masa a los llamados de Petro, en febrero pasado la senadora de oposición María Fernanda Cabal denunció que organizaciones como la ONIC (Organización Nacional Indígena de Colombia) han recibido millonarios contratos estatales.
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Según la congresista del Centro Democrático, durante la administración Petro la ONIC ha recibido contratos que suma $95.178 millones, uno de ellos, que data de 2023, “permitió la contratación de 117 personas entre las que están un asesor espiritual que en 8 meses se ganó $80 millones; unos delegados indígenas cada uno por una valor de $80 millones, asesores políticos por $76 millones”, reveló en su momento.
Sin embargo, la entidad anunció que el contenido fue revisado y no fue aprobado debido a que “no se ajustaba a los fines descritos para los Espacios Institucionales”. Para la Comisión, la decisión fue tomada para prevalecer “la garantía del derecho fundamental a la libertad de expresión, propio de una sociedad democrática y pluralista”.
El mandatario no dudó en calificar la determinación como un “nuevo acto de censura”. En ese sentido, alegó que la Comisión “nunca sacó la cara para impedir la calumnia al presidente, nunca para impedir el silencio sobre los autores de la masacre y el genocidio”.
Lo cierto es que las movidas del Gobierno para aglutinar la mayor cantidad de manifestantes incluyen también un activo movimiento en redes sociales. Desde ya, las cuentas oficiales están moviendo el numeral #SíALaConsultaPopular y comienzan a mover mensajes alrededor del proceso. El Ministerio del Interior, por ejemplo, divulgó un video en el que un líder indígena apoya la reforma laboral.
El objetivo es que, además de intensificar ese tipo de mensajes en todas las plataformas gubernamentales, aliados desde el Congreso y activistas del petrismo hagan lo propio y convoquen a las bases para lograr llegar al número mágico: 10 millones de personas apoyando la consulta en las calles.
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“Este 1 de mayo volvemos a las calles, más que antes. Ese día, en la Plaza de Bolívar de Bogotá, desenvainaré la espada de Bolívar ante el pueblo. Llegó la hora del pueblo colombiano. A calle por millones por los derechos del pueblo. La espada libertaria de Bolívar nos guía”, sostuvo recientemente el presidente Petro, quien incluso no descarta acudir directamente a la Secretaría del Senado el próximo jueves para hacer la radicación formal del mecanismo.