Las gafas, el computador personal y su fusil favorito con mira telescópica fueron los implementos que el jefe terrorista “Iván Mordisco” tuvo que dejar abandonados en la selva de Caquetá, para escapar de una operación de la Fuerza Pública en su contra.
La información fue revelada en la mañana de este lunes por el ministro de Defensa, general (r) Pedro Sánchez, quien hizo un balance de la Operación Jaguar Verde en contra de las disidencias de las Farc en los municipios de Caquetá, Guaviare y Amazonas.
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En una de las misiones ejecutadas en el marco de dicha operación, el pasado 9 de abril, los comandos de las Fuerzas Especiales del Ejército atacaron un enclave del Estado Mayor Central de las Farc (EMC) en la zona rural del municipio de Solano, en Caquetá.
En el combate murieron siete presuntos miembros de esa organización. Los comandos tenían información recopilada por la Dirección de Inteligencia Policial (Dipol), según la cual el comandante de ese grupo, Néstor Gregorio Vera (“Iván Mordisco”), se encontraba en esa zona.
Al analizar los cadáveres, no estaba el del cabecilla, sino dos de sus hombres más cercanos, apodados “Pollo Purino” y “el Paisa”; sin embargo, sí encontraron evidencias de que el jefe estuvo allí y logró escapar.
En una canoa abandonada sobre uno de los ramales del río Caquetá, las tropas hallaron tres elementos de uso personal de “Iván Mordisco”, con los cuales había hecho varias apariciones públicas en videos y mitines con la comunidad.
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El primero eran sus gafas con lentes formulados, de marco negro desgastado; el segundo, el computador personal, de marca Asus Zenbook; y el tercero, su fusil Tavor X95 con mira telescópica de referencia Trijicon Acog 4X32 Red CV, de acuerdo con el reporte militar.
Desde que se declaró en rebeldía contra el proceso de paz de La Habana, en 2016, esta es la tercera vez que “Iván Mordisco” escapa de una operación militar y policial. Esta vez quedará viendo borroso un rato, al menos hasta que consiga otras gafas.
