El presidente Gustavo Petro lleva 33 meses en búsqueda de una paz esquiva con el ELN. La mesa de diálogos está suspendida desde enero pasado y la intención ahora es “resucitarla” con ayuda del Vaticano. Después de una reunión con el papa León XIV, el jefe de Estado afirmó que quiere volverse a sentar con el grupo armado que, entre otras cosas, es responsable de desatar la crisis humanitaria en la región del Catatumbo.
El presidente Petro y el sumo pontífice sostuvieron una reunión bilateral y uno de los temas de conversación fue el proceso de paz en Colombia. El mandatario reconoció que el ELN “viene de cometer una masacre” pero que, aún así, las puertas para reanudar los diálogos están abiertas.
“Hablé con el Papa sobre cómo el Vaticano podría ser la sede de las nuevas conversaciones de paz, –y puede ser una ingenuidad mía– bajo la creencia que el espíritu del amor eficaz cubra la codicia y nos lleve a la paz ”, dijo Petro y añadió que para el ELN habrá “una segunda oportunidad”.
Más allá de la fe puesta en la teoría del “amor eficaz”, el presidente Petro y la delegación del Gobierno deberán evaluar la viabilidad de revivir los diálogos con una guerrilla que ha hecho exigencias difíciles de cumplir y que –parece– sus frentes están divididos sobre la posibilidad de hacer la paz: al menos en lo que queda de este gobierno.
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“Las llaves de la búsqueda de la paz no se pueden tirar al fondo del mar. Aunque es muy probable que este nuevo intento sea un diálogo poco fructífero dada la manera cómo está enfocando las cosas el ELN”, señaló Juan Camilo Restrepo, exjefe negociador del Gobierno con esa guerrilla en diálogo con EL COLOMBIANO.
Es que la mesa de diálogos está suspendida desde enero pasado tras la escalada violenta de esa guerrilla en el Catatumbo. Sin embargo, desde el 11 de abril de 2024 las conversaciones no reportaban ningún avance significativo por cuenta de varias peticiones del ELN que resultaban difíciles de cumplir.
La guerrilla, por su parte, parece estar consolidando un plan de expansión. Tienen 6.000 hombres y mujeres en armas y, de acuerdo con la Defensoría del Pueblo, tienen presencia en 231 municipios en 19 departamentos.
Los cabecillas de ese grupo también parecen estar divididos. Mientras el Comando Central de esa guerrilla ha enviado comunicados en los que afirma sus intenciones de “persistir por una paz con transformaciones”, los comandantes de otros frentes ven nula la posibilidad de volver a negociar con Petro.
“Paz total, fracaso total... Y la paz total se convierte en guerra total. Eso es lo que se vive en Catatumbo, guerra total”, había dicho alias Silvana Guerrero, comandante del Frente Nororiental.
De entrada, los ilegales tiene tres condiciones que parecen innegociables para volver a la mesa:
Materializar el Fondo Multidonante para financiarlos a cambio de cesar el secuestro extorsivo, frenar las operaciones ofensivas de las FF. MM. y grupos paramilitares en su contra y que el Gobierno los excluya de la lista de Grupos Armados Organizados.
“Dialogar con el ELN no es sentarse a concederle todo lo que pida, esa es la regla de oro que hay que reservar. De entrada, hay que exigirles que desde el comienzo respeten el Derecho Internacional Humanitario”, afirmó Restrepo.