Con la vista puesta en las elecciones presidenciales y legislativas de 2026, la seguridad de los aspirantes o precandidatos presidenciales se ha convertido en una preocupación de primera importancia en Colombia.
Las quejas sobre una supuesta “limitada seguridad” han resonado en las diferentes esferas políticas, obligando a las autoridades a tomar medidas contundentes para blindar el proceso democrático hasta el próximo año.
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La tensión alcanzó un punto crítico tras el atentado y reciente muerte del senador y precandidato Miguel Uribe Turbay, un hecho que encendió las alarmas y forzó a los altos mandos militares y de policía a replantear sus estrategias de protección.
En este contexto, el comandante de las Fuerzas Militares, almirante Francisco Cubides, emitió una orden clara y directa: reforzar al máximo las medidas de seguridad para todos los precandidatos.
La instrucción no se limita a un anuncio, sino que establece una coordinación sin precedentes entre la Fuerza Pública y otras entidades, como la Unidad Nacional de Protección (UNP). Según informó Caracol Radio, Cubides fue enfático en su directriz.
“He ordenado mantener la estrecha coordinación con la UNP y la Policía Nacional para prevenir amenazas a los candidatos, coacción o delitos electorales, integrándose activamente en los mecanismos de protección institucionales”, declaró el almirante.
Esta afirmación destacó una estrategia de supervisión constante y la integración de capacidades entre las distintas entidades de seguridad para poder cumplir el objetivo.
La meta, según él, es clara: garantizar la integridad de todos los participantes en la contienda, desde el candidato presidencial más visible hasta el aspirante a un cargo local en una zona remota del país.
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