Un contratiempo logístico impactó el reciente viaje del presidente de Colombia, Gustavo Petro, con destino a Medio Oriente. El incidente ocurrió durante una escala técnica en Madrid, España, donde el avión presidencial se enfrentó a la negativa de varias compañías para suministrarle combustible.
El origen de la dificultad se centró en que las empresas proveedoras, en su mayoría de capital estadounidense, decidieron no atender la solicitud de abastecimiento. Según la información difundida por Julio Sánchez Cristo, “varias de las compañías que dan servicio en Madrid son norteamericanas”.
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Efecto de la Lista Clinton
La situación se produjo días después de la inclusión del mandatario colombiano en la Lista Ofac o Clinton, elaborada por la Oficina de Control de Bienes Extranjeros de Estados Unidos. Esta medida habría tenido repercusiones inmediatas en la logística del desplazamiento oficial.
“Hizo escala en Madrid en su viaje hacia Oriente Medio y allí tuvo problemas para que le prestaran el servicio”, explicó Sánchez Cristo en la W radio, este miércoles 29 de octubre.
Ante la negativa de las compañías privadas, el Gobierno de España intervino. El avión presidencial fue trasladado a una base militar, donde se le suministró el combustible necesario para que el viaje pudiera continuar.
El contratiempo afectó directamente la operación de la Fuerza Aérea de Colombia, a cargo de la aeronave, pese a que esta entidad no tiene relación con las sanciones impuestas al jefe de Estado. Esta situación dejó en evidencia el alcance de las repercusiones derivadas de la inclusión de un jefe de Estado en la lista.
Protocolos corporativos vs. decisión política
Expertos consultados coincidieron en que este episodio no fue una negativa de carácter político, sino una consecuencia directa de la aplicación de protocolos de “riesgo corporativo”. Estos protocolos son implementados por empresas privadas sujetas a la legislación de Estados Unidos.
El trasfondo de incidentes de esta naturaleza estaría relacionado con la Lista Clinton. Este es un mecanismo de sanciones implementado por la Oficina de Control de Activos Extranjeros (Ofac), un organismo que depende del Departamento del Tesoro de los Estados Unidos.
Esta entidad identifica a personas, empresas o países vinculados con actividades ilícitas como el narcotráfico, el lavado de activos, el terrorismo o apoyo a estos, en cumplimiento de la legislación estadounidense. Contrario a la creencia popular, la Lista Clinton no es una única base de datos.
Forma parte de un conjunto de listas administradas por la Ofac, entre las que destacan la Lista de Nacionales Especialmente Designados y Personas Bloqueadas (SDN) y la Lista de Narcotraficantes Especialmente Designados (Sndt), cada una con alcances específicos.
Es por eso que la inclusión en este listado implica sanciones que van desde el bloqueo de activos hasta la prohibición absoluta de realizar transacciones, sean directas o indirectas, con los sancionados, siendo esta la razón ante la negativa del combustible para Petro.
Cumplimiento y consecuencias
Además de lo anterior, este régimen es de cumplimiento obligatorio para cualquier ciudadano estadounidense, independientemente de su residencia, lo que se traduce en una “muerte comercial” para los afectados.
Las empresas que infrinjan estas disposiciones se exponen a sanciones económicas que oscilan entre USD $250.000 y el doble del valor de la operación no autorizada, según han dado a conocer desde la Ofac.
Este riesgo explica por qué el avión presidencial no recibió atención técnica, a pesar de no ser propiedad de Gustavo Petro, sino uno de sus vehículos oficiales como mandatario.