Charles Rice, Nobel de Medicina en 2020 por sus aportes al descubrimiento del virus de la hepatitis C, denunció que el tratamiento para esta enfermedad (que todavía afecta a 50 millones de personas en el mundo) sigue fuera del alcance de millones.
“Es un crimen que exista un fármaco que podría curar a todo el mundo y no se pueda acceder a él por su precio”, dijo en entrevista con El País de España.
El virólogo estadounidense criticó el precio inicial del sofosbuvir, que superaba los 84.000 dólares por persona, pese a que su fabricación costaba entre 100 y 200 dólares.
Destacó el caso de Egipto, que logró acuerdos para producirlo localmente y tratar al 10 % de su población infectada. También elogió el caso español, donde se ha curado cerca del 90 % de los pacientes, pero subrayó que “es un proceso desesperadamente lento” en otros países, sobre todo en América Latina y África.
Rice lamentó que en Estados Unidos los esfuerzos para erradicar la hepatitis C hayan perdido impulso. “Tenemos medicamentos que podrían erradicar el virus, pero las cosas no son tan sencillas”, aseguró.
Además, expresó preocupación por el auge del movimiento antivacunas: “pensé que con la covid tendríamos una nueva edad de oro para la investigación, pero ese espíritu duró un par de años y se cancelaron los programas. Es una locura”.
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Recurrió a una frase de Mary Lasker, quien fue una gran defensora del concepto de los Institutos Nacionales en Salud décadas atrás: “si crees que la investigación es cara, prueba con la enfermedad”.
Para Rice, el retroceso en salud pública y el olvido de la ciencia son señales preocupantes. “Prevenir una enfermedad es mucho más barato que dejar que ocurra”, concluyó.