Esta semana volvieron a habilitar el kilómetros 11+200 en la vía al corregimiento de Santa Elena, con paso restringido a un solo carril, medida que operará entre las 4:30 a.m. y las 11:00 p.m. Según indicaron las autoridades de movilidad, a pesar de la reapertura se mantienen las alertas, pues temen que ante nuevas lluvias sea obligatorio cerrar nuevamente el paso totalmente, pues este tramo presente desde hace décadas problemas de inestabilidad geológica a los cuales no se les ha encontrado todavía una solución a largo plazo, más allá de los monitoreos geotécnicos constantes.
Los deslizamientos siguen ocurriendo, a pesar de que recientemente en este punto se hicieron unas obras de mitigación y estabilización, tales como anclajes con mallas, que costaron cerca $5.000 millones, según cifras entregadas por la Gobernación. Estos trabajos incluyeron la remoción de más de 12.000 metros cúbicos de material rocoso, así como la instalación de 4.929 metros de pernos y la aplicación de 4.433 m³ de concreto para reforzar la estructura, además de 2.050 m² de malla de alta resistencia.
Las obras en el kilómetro 11+200, según la Gobernación, se concluyeron el 9 de octubre del año pasado. Pero 12 días después, a 50 metros de la obra, hubo un derrumbe que obligó al cierre total de la vía por una semana. Ya en enero, tres meses después de estrenada la millonaria intervención, empezaron a aparecer enormes grietas en la capa de concreto aplicada en el 11+200 y mayor caída de roca en el 11+250. Desde entonces los cierres han sido la constante.
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La Concesión Túnel Aburrá Oriente ha señalado en varias ocasiones, si bien las intervenciones en el 11+200 terminaron, las condiciones climáticas actuales han desestabilizado la geología de la zona, provocando nuevos desprendimientos en El Mirador (km 11+200), lo que ha motivado cierres preventivos dada la inestabilidad del terreno.
La comunidad ha insistido en que, si bien existe dicha inestabilidad geológica, tanto la actual como las anteriores administraciones departamentales han atendido el problema a punta de “pañitos de agua tibia”. Y les preocupa que ante la víspera de otra Feria de las Flores, la temporada de la que dependen económicamente en el corregimiento, vuelva a presentarse un cierre prolongado.