El asesinato del precandidato presidencial Miguel Uribe Turbay en un atentado ocurrido la semana pasada ha encendido las alarmas sobre la creciente violencia que enfrentan los líderes políticos en Colombia, a tan solo siete meses de las elecciones legislativas y nueve de las presidenciales.
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Según el más reciente informe de la Misión de Observación Electoral (MOE), con corte al 8 de julio, se han registrado 106 agresiones contra actores políticos en lo que va del año.
De todas las agresiones, el 69,81 % (74 casos) corresponde a amenazas, el 16,04 % (17) a atentados, el 10,38 % (11) a asesinatos, el 2,83 % (3) a secuestros y el 0,94 % (1) a violencia contra mujeres en política. Bogotá, Huila y Antioquia encabezan la lista de departamentos más afectados.
“Cuando estos liderazgos son objeto de violencia, se evidencia un riesgo estructural que afecta el derecho de la ciudadanía a participar en política de manera libre y sin coacciones”, advirtió Frey Muñoz, subdirector de la MOE, en diálogo con El Tiempo.
Aunque se ha registrado una disminución del 24,82 % en el número total de víctimas respecto al mismo periodo en 2024, el liderazgo político sigue siendo el más afectado, representando el 50,96 % del total de agresiones en 2025.
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El análisis de la MOE revela también que los concejales en ejercicio (30 casos) y alcaldes en funciones (22 casos) son las principales víctimas. Le siguen excandidatos (13), congresistas electos (8), funcionarios de la administración pública (7) y del Ministerio Público (5).
Políticamente, las agresiones se distribuyen entre miembros de coaliciones diversas (18 casos), el Centro Democrático (18), el Partido Conservador (8), ASI (7), Partido Liberal (6), MAIS (5), Fuerza Ciudadana y La U (4 cada uno), así como Cambio Radical y el Pacto Histórico (3 cada uno).
Territorialmente, Bogotá ha registrado 11 amenazas y un atentado; Huila, 9 amenazas y un atentado; y Antioquia, 5 amenazas, un atentado y 2 asesinatos.
Les siguen departamentos como César, Córdoba, Quindío y Valle del Cauca, con 7 casos cada uno, mientras Cauca, con 6 casos, se destaca por ser el más afectado por violencia contra líderes sociales, en medio de la persistente acción de grupos armados ilegales.
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