Por: Sergio Villamizar/ Colprensa
A las 6:40 p.m. (hora colombiana) del pasado 24 de mayo, Margarita María Moreno alcanzó la cima del Monte Everest (8.849 metros sobre el nivel del mar) y con ello se convirtió en la primera colombiana en completar el reto de Las Siete Cumbres, que consiste en escalar las montañas más altas de cada continente. A sus 39 años, la bogotana cierra un ciclo que comenzó hace ocho años.
El reto incluyó las cimas del Aconcagua (Suramérica), Denali (Norteamérica), Kilimanjaro (África), Elbrus (Europa), Carstensz Pyramid (Oceanía), Vinson (Antártida) y, finalmente, el Everest, que dejó para el final por ser la más compleja. “Traté de hacer este proceso de manera gradual, de una de las montañas más fáciles hasta la más difícil”, explica.
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Moreno partió hacia el Himalaya el 9 de abril. Entre rituales con comunidades locales y varios ciclos de aclimatación, alcanzó la cumbre un mes y medio después, tras sortear condiciones extremas. Un día antes de lanzar mi intento final, una tos persistente encendió las alarmas, relata. Pese a los riesgos, confió en su experiencia y en su cuerpo. Decidió confiar en su instinto.
Al regresar, aun asimilando lo conseguido, comparte sus primeras sensaciones: “Siento un gran sentido de agradecimiento con todo el mundo, desde la montaña, por darme el permiso de entrar y subirla (...) También con mi equipo, mis compañeros, mis guías, mis sherpas, que sin ellos nada esto hubiera sido posible”.
La cumbre del Everest fue, según cuenta, incluso más impresionante de lo que imaginó. A diferencia de otros expedicionarios que tuvieron que esperar horas en largas filas, su grupo encontró el paso despejado. “Tuvimos el camino completamente despejado frente a nosotros, como dos o tres personas más”, afirma.
Para llegar allí, Margarita se preparó durante tres años de forma rigurosa. “Entrenando duro a diario, seis días a la semana”. Aunque se entrenó sola físicamente, siempre ascendió acompañada: “Nunca voy sola, siempre voy con alguien porque es más responsable, es más seguro”. En la cima, pudo ondear la bandera de Colombia. “Todavía ni siquiera puedo creerlo”, confiesa.
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A lo largo de su carrera, ha notado avances en el montañismo, especialmente en materia ambiental. “Se han impuesto nuevos reglamentos (...) los desechos humanos ya no se dejan en el monte, hay que bajarlos”. También destaca la creciente presencia de mujeres en la alta montaña: “Cada vez más, y es un gusto encontrarse con mujeres supremamente fuertes (...) que están haciendo historia”.
Respecto al panorama colombiano, afirma: “Cada vez hay más personas interesadas en hacer montaña (...) No llegamos aún al nivel de Ecuador, Bolivia o Perú, pero sí hay muchas ganas”. Recomienda comenzar de forma gradual, con chequeos médicos y cursos de primeros auxilios: “Es muy importante porque puedes salvar una vida o saber qué síntomas estás sintiendo”.
