En el páramo de Sonsón, Antioquia, apareció una nueva especie de orquídea que nadie había descrito antes: la Pleurothallis maitamae. Su hallazgo, publicado en la revista Phytotaxa, confirma que estos ecosistemas aún guardan especies invisibles para la ciencia, mientras que el nombre con el que fue bautizada enlaza la memoria indígena con la biodiversidad que sobrevive en las montañas andinas.
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La historia comenzó en 2019, cuando un grupo de estudiantes publicó en la plataforma NaturaLista Colombia unas fotografías tomadas durante una caminata por los cerros de Sonsón. Aquellas imágenes, que parecían un registro más de flora silvestre, llamaron la atención de especialistas internacionales, quienes advirtieron que se trataba de una especie nunca antes descrita.
El trabajo de descripción formal lo lideraron los botánicos Yudy Gallego Franco, David Sánchez Gómez y Mark Wilson, uno de los mayores expertos mundiales en Pleurothallidinae —una subtribu de la subfamilia Epidendroideae de la familia de las orquídeas—. Tras años de observaciones, disecciones y análisis comparativos, confirmaron que no había duda: se trataba de una especie nueva, conocida ahora como la “orquídea Maitamá”, un tesoro que crece entre los 2.600 y los 3.300 metros de altitud, en la transición entre el bosque altoandino y el subpáramo.
La planta se distingue por su porte mediano, sus flores crema con manchas púrpura, pétalos en forma de “S” y un labelo trilobado con lóbulos laterales que parecen cuernos, rasgos que la separan de especies cercanas como Pleurothallis crocodiliceps. Pero su singularidad no se agota en la botánica. En palabras de Yudy Gallego, bióloga de la Corporación Viboral Biodiverso, lo que está en juego es más amplio: “Estas plantas endémicas son muy sensibles a cambios de hábitat, y al estar en un área tan restringida, cualquier perturbación puede hacerlas desaparecer. Por eso divulgamos este hallazgo: para que la comunidad entienda que una montaña no es solo una montaña, sino el hogar de especies únicas”.
La emoción también se sintió en Cornare, la autoridad ambiental de la región. David Echeverri López, jefe de la Oficina de Gestión de la Biodiversidad de la entidad, lo resumió así: “El descubrimiento de esta especie nos llena de orgullo y demuestra que nuestros páramos siguen guardando secretos que solo la ciencia y la participación comunitaria pueden revelar. Es un motivo de celebración y una razón más para proteger el Páramo de Vida Maitamá”.
Además, subraya que este hallazgo no se queda en el papel, ya que es un impulso para reforzar la conservación frente a amenazas como el turismo no regulado, los incendios forestales o las especies invasoras, y también para involucrar a las comunidades en la investigación: “Las áreas protegidas existen para generar alianzas entre investigadores, autoridades y habitantes locales. Descubrimientos como este reflejan que los esfuerzos tienen soporte técnico y cultural, y que todos debemos sumar para conservar estos ecosistemas”.
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No obstante, el valor de la Pleurothallis maitamae no se mide solo en rasgos biológicos. Su nombre rinde homenaje al cacique Maitamá, líder indígena del cañón del río Arma, y convierte a la planta en un símbolo que une la riqueza natural con la memoria ancestral de los Andes centrales, una mezcla que refuerza la idea de que proteger la biodiversidad también es preservar la identidad de los territorios.
La comunidad científica recuerda que, de acuerdo con los criterios de la UICN, la nueva especie está clasificada de manera preliminar como Datos Deficientes (DD), lo que significa que su estado poblacional aún es incierto y que urge monitorearla. Mientras tanto, desde Cornare insisten en que la participación ciudadana seguirá siendo vital. “Las comunidades deben conocer estas especies para poder cuidarlas. Los reportes en plataformas como NaturaLista son fundamentales, porque abren el camino a estudios más profundos y a cambios culturales que fortalecen la conservación”, concluyó Echeverri.
- ¿Por qué
Pleurothallis maitamae es una orquídea única?
- Es una especie inédita para la ciencia, con rasgos botánicos singulares, endémica de Colombia y ligada a la memoria indígena.
- ¿Qué amenazas enfrenta la orquídea Maitamá?
- Turismo no regulado, incendios forestales y pérdida de hábitat; por eso autoridades ambientales piden reforzar la conservación.