La información de los lesionados la entregaron conjuntamente la Secretaría de Seguridad de Medellín y la Seccional de Salud de Antioquia, en medio de los balances entregados por esta jornada en la que durante el juego hubo la mayor quema de pólvora en la historia de un encuentro de fútbol en el principal escenario antioqueño y los altercados posteriores.
Uno de quemados por pólvora fue un menor de 15 años que resultó afectado en una de sus manos por manipulación de papeletas. Otro menor de edad, de 17 años, se quemó la cara y el cuello por cuenta de las papeletas que estaban tirando desde las tribunas.
Tres adultos fueron los otros lesionados. El más grave de todos es un hombre de 34 años que sufrió quemaduras y una amputación en una de sus manos al resultar lesionado con unos cohetes, mientras observaba el espectáculo en el estadio. El cuarto afectado fue un hombre de 19 años que tuvo quemaduras por cuenta de las luces de bengala y el quinto fue un adulto de 34 años quemado por totes.
A ellos se sumaron los 59 lesionados en los altercados registrados dentro y fuera del estadio Atanasio Girardot, los cuales fueron iniciados por aficionados de Independiente Medellín minutos antes de acabarse el partido.
En cuanto a las afectaciones a la infraestructura, el secretario Villa Mejía aseguró que los vándalos también provocaron graves daños al escenario deportivo.
El tapete que hay entre la tribuna norte y la cancha fue quemado, arrancaron seis separadores de esta misma tribuna que limita con oriental, cinco contenedores fueron reventados, seis cámaras de seguridad del estadio acabaron vandalizadas, dañaron cuatro torniquetes y arrancaron 20 sillas de las tribunas de la zona norte, donde estaban los aficionados del Poderoso.
Entérese: De la alegría al “pánico”: así fue la batalla campal que empañó la final de la Copa entre DIM y Nacional
Pero el sector delimitado para los verdolagas tampoco se fue en blanco. De acuerdo con la inspección de la Secretaría de Seguridad de Medellín, las puertas 8 y 10 de la tribuna sur fueron desprendidas por aficionados de Atlético Nacional que intentaron entrar pólvora, arrancaron seis sillas y quebraron las tejas de túnel de la parte baja de esta misma tribuna.
“Todo está siendo debidamente cuantificado, valorado y se hará un informe completo, que presentará el Inder a la Fiscalía para instaurar la respectiva denuncia”, señaló el secretario Villa Mejía.
Cartel por los responsables
Para dar con quienes entraron la pólvora y los que ocasionaron los desmanes, la Secretaría de Seguridad de Medellín avanza en el análisis de horas de videos y fotos para tener las caras de cada uno de los implicados para iniciarles los procesos judiciales respectivos.
“Quienes hayan participado, tolerado y facilitado que estas cosas pasen, los vamos a exponer públicamente y van a ser denunciados para que asuman las consecuencias. Vamos a usar los videos como evidencias de todo lo que ocurrió”, explicó el secretario.
En cuanto al futuro de la Mesa de Paz y Convivencia en el Fútbol que lidera la Alcaldía de Medellín con las barras de los principales clubes de la ciudad, el funcionario aseguró que esta no se cancelará, aunque en los próximos días se conocerán las duras sanciones que se impondrán por lo ocurrido en esta final.
Lo primero que se tendrá en cuenta al momento de tomar una determinación es que los integrantes de este espacio entreguen información sobre quienes metieron la pólvora y los que provocaron los altercados, como muestra de voluntad en medio de este proceso de convivencia, sin descartar las medidas que se tomen desde la Dimayor.
“No creemos que esto haya sido un fracaso de esta mesa, pero sí se revisarán cosas porque el fútbol no se puede acabar, pero el responsable de estos hechos tendrá que pagar las consecuencias”, concluyó el funcionario.
Lo tenían organizado
La quema de esta pólvora no fue circunstancial. Por lo menos desde hace una semana en redes sociales, en grupos y conversaciones de hinchas corría el rumor de que en el partido de vuelta de la final de Copa Colombia entre Medellín y Nacional la cantidad de pólvora iba a ser descomunal. Incluso varios se ufanaron de conocer la cifra gastada en pirotecnia: más de 30 millones, según vociferaron, solo en la tribuna Norte. Esa cifra, en todo caso, parece que se quedó corta.
La cantidad de pólvora detonada al interior del estadio en el partido de este miércoles superó por lejos cualquier otro caso en la historia en el que se haya quemado pirotecnia en medio de un partido en el Atanasio Girardot, y tal vez incluso en cualquier otro estadio en Colombia.
La pólvora en las tribunas empezó a estallar masivamente 15 minutos antes de la hora pactada para el inicio del juego, que tuvo que postergarse durante 14 minutos porque las detonaciones y el humo ni siquiera permitían tener una visibilidad de un metro en la cancha.
Los comentaristas esperaban que tras el pitazo inicial la pólvora cesara y el humo se disipara, pero nunca ocurrió. Aunque hubo detonaciones en las cuatro localidades, fue en Norte donde la pirotecnia no cesó nunca; los voladores, tacos y bengalas siguieron estallando en todo el primer tiempo, menguaron apenas en el entretiempo y volvieron a traquear prácticamente todo el segundo tiempo.
En las tribunas, los hinchas que fueron a ver fútbol se tapaban desesperados por el humo que no lograba disiparse. Incluso los comunicadores en las cabinas reportaron afectaciones respiratorias.
Le puede interesar: 59 heridos, incluidos siete policías, tras violentos disturbios en la final Nacional vs. Medellín
Pero lo peor vino después. Con esa misma pólvora con la que intentaron darle “color” a la final, los barristas armaron una batalla campal y en varios videos que circulan en redes sociales se ve cómo convirtieron la pólvora en un arma para herirse entre hinchas, mientras las familias huían de las tribunas y en la cancha los jugadores de Nacional corrían a resguardar a sus familias. Hay un par de videos en los que se ve incluso cómo la pólvora detonó cerca del profe Luis Fernando Montoya, invitado de honor al partido que terminó siendo evacuado de manera angustiosa ante los desmanes presentados.
Así metieron pólvora
Y la pregunta inevitable entonces es, ¿cómo entró toda esa cantidad de pólvora?, ¿cómo pasaron los supuestos controles de los anillos en el perímetro del estadio?, ¿cómo es que nadie la vio?, ¿cómo nadie lo anticipó, si incluso en redes sociales se ufanaban abiertamente de dichos “preparativos”?
Según un testimonio entregado a EL COLOMBIANO, desde las horas de la tarde del miércoles llegó un camión grande cargado de pólvora y luces que se ubicó cerca al estadio de atletismo a descargar. El camión, no solamente taponó el paso que da hacia los módulos de los venteros afectándoles sus ventas, sino que según el testimonio descargó tranquilamente la pólvora, a plena luz del día, a la vista de todo el mundo.
Esto ocurrió específicamente en la carrera 70 con calle 48, frente a la pista de atletismo, pero no fue el único hecho de este tipo. De acuerdo con los registros de las cámaras de seguridad, por la tribuna occidental, porque los accesos a norte estaban restringidos, se vio como un carro particular, una camioneta y otro camión de acarreos ingresaron costales con pólvora como si una familia estuviera entrando un mercado a la casa.
No hubo controles, no hubo presencia de las autoridades, ni nadie que verificara el contenido de la decena de costales de color verde que entraron en estos vehículos, mostrando una falla conjunta en el control. Y eso que antes del encuentro intentaron ingresar más pólvora y las autoridades lograron intervenir, incautando 1.200 kilos, la “menuda” que no se pudo colar al estadio, teniendo en cuenta las toneladas que se explotaron durante el encuentro.
El secretario de Seguridad de Medellín, Manuel Villa Mejía, dijo sobre esta situación que “hubo algunos inconvenientes con personas que intentaron entrar la pólvora y se le logró incautar. Incluso tumbaron unas barreras y unas puertas”.
Hay que destacar que parte de la pólvora sí tenia autorización para ingresar al escenario deportivo, pero con la salvedad de que esta era la que debía ser manipulada por grupos con experiencia en estos temas, mas no por parte de las barras, aseguró Villa Mejía.
Previamente la alcaldía había anunciado un operativo con tres anillos de seguridad para el ingreso al escenario, 1.800 policías y la operación del Puesto de Mando Unificado (PMU) ubicado directamente en el estadio y ejerciendo control en los alrededores del Atanasio, el cual se quedó corto para evitar los desmanes y el uso indiscriminado de pólvora durante y después de la final que proclamó campeón a Atlético Nacional por octava vez, la tercera consecutiva.