Al menos 115 personas murieron por unas inundaciones sin precedentes provocadas por lluvias torrenciales en el centro de Nigeria, otras 32 perdieron la vida en Pakistán y en Indonesia 13 familias lloran por la perdida de seres queridos en una mina. Todo en medio de la devastación provocada por el clima en esta época.
Los equipos de rescate buscan a desaparecidos después de que un diluvio en la noche del miércoles al jueves arrastrara y anegara decenas de casas alrededor del municipio de Mokwa, a orillas del río Níger, en Nigeria.
La Agencia Nacional de Gestión de Emergencias (NEMA) aseguró que se trata de “inundaciones sin precedentes”.
“De momento hemos recuperado 115 cadáveres, y se espera que se recuperen más porque la riada vino de lejos y arrastró a la gente al río Níger”, declaró Ibrahim Audu Husseini, portavoz de NEMA en el estado de Níger.
“Se siguen recuperando cuerpos río abajo, así que el balance sigue creciendo”, agregó. El anterior balance era de 88 muertos.
Además, al menos 78 personas fueron hospitalizadas con heridas, dijo el responsable de la Cruz Roja en la zona, Gideon Adamu.
Según el diario local Daily Trust, miles de personas fueron desplazadas por la crecida y más de 50 niños de una escuela islámica están desaparecidos.
La Policía y el Ejército se desplegaron para ayudar en las tareas de rescate y socorro, buscando a posibles víctimas o supervivientes entre los escombros de las viviendas destruidas y anegadas.
Un funcionario de 29 años, Mohamed Tanko, señaló la casa donde vivía. “Hemos perdido al menos 15 personas en esta casa. El edificio se fue. Hemos perdido todo”, explicó a la AFP.
En Nigeria las inundaciones causan estragos todos los años, provocando cientos de muertos, sobre todo debido a las deficientes infraestructuras.
La temporada de lluvias en Nigeria, el país más poblado de África, suele durar seis meses y acaba de comenzar. Los científicos advierten que el cambio climático está provocando fenómenos meteorológicos extremos.
En 2024, más de 1.200 personas murieron en Nigeria en una de las peores inundaciones registradas en el país en décadas.
La tragedia de Pakistán
Al menos 32 personas murieron y más de 150 resultaron heridas en una semana por las violentas tormentas que azotan Pakistán desde el sábado pasado, según el último balance de las autoridades.
El jueves, cinco personas, entre ellas dos mujeres y un niño, murieron cuando las lluvias torrenciales y los fuertes vientos azotaron varios distritos de la provincia montañosa de Jaiber Pastunjuá, fronteriza con Afganistán, dijo el viernes a la AFP un funcionario provincial a cargo de la gestión de desastres naturales.
Las autoridades están pidiendo a los residentes que permanezcan en alerta por el temor a nuevas tormentas y lluvias repentinas en el norte y centro de este país, que es uno de los más vulnerables del mundo a los efectos del cambio climático.
Los temporales empezaron el sábado con la muerte de 14 personas. El martes murieron otras diez y el miércoles tres niños fallecieron en la ciudad de Hyderabad, en el sur.
Pakistán, un país de 240 millones de habitantes, sufre cada vez con mayor frecuencia eventos climáticos extremos, y en abril y mayo registró las tormentas de granizo más intensas en años.
En abril las temperaturas estuvieron cerca de máximos históricos y alcanzaron 46,5°C en algunas partes de la región de Punyab.
Drama en una mina de Indonesia
Al menos 13 personas murieron y una decena resultaron heridas el viernes por un corrimiento de tierras en una cantera de piedra caliza en la isla de Java, en Indonesia.
La empresa que supervisa la mina situada en Cirebon operaba legalmente, pero carecía de normas de seguridad, indicó el gobernador de la provincia de Java Occidental, Dedi Mulyadi.
Tras el accidente, Mulyadi ordenó su cierre.
“Hasta ahora se encontraron 13 muertos. Unas cinco o seis personas podrían estar aún enterradas, y la cifra podría cambiar”, declaró a la AFP Deni Nurcahya, responsable de la agencia local de catástrofes.
Los equipos de rescate decidieron interrumpir la evacuación y reanudar la operación el sábado por la mañana por temor a que se produjera otro desprendimiento de rocas, explicó.
Ya se habían derrumbado partes de esta mina en febrero, pero sin causar víctimas.
Los accidentes mineros son frecuentes en Indonesia, un archipiélago rico en minerales, sobre todo en explotaciones no autorizadas donde a menudo se ignoran los protocolos de seguridad.
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