La persona más anciana del mundo, la monja brasileña Inah Canabarro Lucas, falleció este miércoles a los 116 años, anunció la Congregación de las Hermanas Teresianas, con quienes residía en la ciudad de Porto Alegre.
Nacida el 8 de junio de 1908, Canabarro fue reconocida como la decana de la humanidad luego de la muerte en enero de la japonesa Tomiko Itooka, también a los 116 años, según el grupo de investigación gerontológica de Estados Unidos (GRG) y LongeviQuest.
Su longevidad la convirtió en un símbolo de resistencia y una figura de admiración a nivel global. Además de ostentar el título de la persona más longeva del planeta, era la monja viva más anciana desde el deceso de la Hermana André y la monja brasileña más longeva de la historia.
Su vida religiosa comenzó en 1929, tras sus estudios en un internado y su noviciado en Uruguay. Tras regresar a Brasil, dedicó su vida a la enseñanza, impartiendo clases de portugués y, especialmente, de matemáticas, profesión que ejerció con pasión.
La Hermana Inah demostró una fortaleza admirable, incluso en la adversidad. En octubre de 2022, a una edad ya avanzada, logró recuperarse del COVID-19, convirtiéndose en una de las sobrevivientes más longevas de esta enfermedad a nivel mundial.
Su fe inquebrantable era un pilar en su vida, y ella misma atribuía su longevidad a su devoción y a la práctica diaria del rezo del Rosario.
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