En la Embajada de Brasil, en Santiago de Chile, un “funcionario” particular resalta entre los demás. Branquinho Errázuriz, un gato callejero que llegó sin un origen definido al Palacio Errázuriz, encontró allí un hogar y con el tiempo se transformó en parte de la rutina diplomática.
Su presencia comenzó como algo cotidiano para quienes trabajan en la sede, pero pronto se convirtió en parte de la identidad de la embajada.
La primera aparición oficial del felino se dio en agosto, cuando la embajada publicó imágenes en su cuenta de X.
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Sin embargo, no fue sino hasta septiembre que su figura alcanzó mayor visibilidad luego de que una usuaria compartiera fotografías en las que lo describió como “el michi embajador”. A partir de ese momento, la historia del gato se viralizó y empezó a atraer nuevos seguidores.
El equipo diplomático aprovechó la atención para presentar a Branquinho como “recepcionista” de la misión. En sus redes sociales publicaron mensajes de bienvenida para los nuevos seguidores y compartieron detalles de su día a día.
La historia de Branquinho Errázuriz
La embajada ha explicado que Branquinho lleva una vida tranquila y supervisada. Es un gato senior, de más de diez años, castrado, vacunado y con controles veterinarios periódicos.
Su alimentación incluye productos premium y, según el equipo que lo cuida, disfruta de premios como los “churus”, populares en la dieta de los felinos domésticos.
De acuerdo a la embajada, la rutina de Branquinho incluye despertar temprano, alimentarse, jugar y descansar. Además, suele recorrer las instalaciones y patrullar los pasillos, como si ejerciera labores de vigilancia.
Uno de sus pasatiempos favoritos es revolcarse en la tierra del jardín del Palacio Errázuriz, en Santiago de Chile. Esta actividad lo mantiene constantemente sucio, por lo que el personal utiliza toallitas húmedas y shampoo seco para mantenerlo limpio.
Más allá de la anécdota viral, la embajada destacó que la historia de Branquinho simboliza la amistad y cooperación entre Brasil y Chile. En sus mensajes oficiales señalaron que “así como Branquinho une con cariño a dos culturas, en la Embajada de Brasil en Chile seguiremos trabajando cada día para fortalecer los lazos de amistad y cooperación entre nuestros países”.
La Embajada de Brasil ha señalado que Branquinho Errázuriz cuenta con credencial simbólica, accesorios como corbatas y moños para conmemoraciones, y aparece de manera recurrente en las publicaciones digitales de la embajada, donde se comparte su rutina diaria y actividades dentro del Palacio Errázuriz.
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