A tan solo seis meses de que el telón se alce en la Copa Mundial de la Fifa 2026 en Norteamérica, la expectativa no solo recae en figuras ya establecidas que vivirán su primera cita magna, como los delanteros de élite Erling Haaland o el colombiano Luis Díaz, sino en una ola imparable de talento juvenil que amenaza con robarse el espectáculo.
Estos últimos futbolistas, que apenas superan la barrera de los 20 años o están por debajo de ella, ya demuestran una madurez y un desequilibrio que los consolidan como más que simples promesas: son el presente del fútbol mundial.
El torneo de 2026 estará saturado de estas jóvenes joyas que ya brillan en los clubes más importantes de Europa y Sudamérica. Nombres como Lamine Yamal, Endrick, Alejandro Garnacho, Warren Zaïre-Emery, Estêvão Willian, Kobbie Mainoo y Pau Cubarsí encabezan esta revolución. Su combinación de habilidad técnica, desequilibrio en el uno contra uno y una sorprendente madurez táctica los perfila no solo como figuras individuales, sino como piezas clave para que sus selecciones nacionales se consoliden como grandes contendientes.
Fenómenos prematuros
Entre los jugadores que, a pesar de su corta edad, ya están consagrados o en la cúspide de su carrera, destaca Kylian Mbappé (Francia). Aunque ya es una superestrella y campeón mundial, su juventud y su implacable nivel goleador y creativo lo reafirman como el gran referente de la selección francesa para este torneo.
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En la categoría de las nuevas estrellas que ya brillan intensamente, el español Lamine Yamal es la sensación absoluta. Este extremo zurdo del Barcelona, a sus 18 años, deslumbra por su precocidad, su endiablada habilidad en el uno contra uno y su excepcional visión de juego. Tras ser campeón y MVP juvenil de la Eurocopa, el Mundial representa la plataforma ideal para que se convierta en un ídolo global y, quién sabe, en un futuro candidato al Balón de Oro.
El brasileño Endrick, del Real Madrid, le sigue de cerca. Con 19 años, tiene una proyección descomunal que combina la potencia física de un Ronaldo Nazário con una madurez táctica inusual, un mix que lo hace vital para el ataque de Brasil.
Los talentos emergentes
Más allá de los nombres en la cima, el Mundial 2026 será testigo del debut de una serie de talentos emergentes que ya son motores en sus respectivos equipos.
El brasileño Estêvão Willian, apodado “Messinho”, es un extremo fichado por el Chelsea que trae consigo un regate demoledor y una velocidad endiablada, siendo una de las joyas más valiosas que surgen de Palmeiras. Francia presenta dos mediocampistas con potencial de dominio global: Warren Zaïre-Emery (PSG), un centrocampista con una gran personalidad, llegada al gol y que ya es titular indiscutible; y Leny Yoro (Manchester United), un central con un futuro inmenso en labores defensivas.
La armada española se refuerza con Pau Cubarsí (Barcelona), un central que ofrece una firmeza defensiva y un liderazgo que lo perfilan como titular en el esquema defensivo español.
Por su parte, Inglaterra deposita su fe en Kobbie Mainoo (Manchester United), un motor en el mediocampo dotado de gran visión y control.
En la vigente campeona del mundo, Argentina, el extremo Alejandro Garnacho (Chelsea) aporta pura garra, desborde y un atrevimiento que puede ser el factor sorpresa de la Albiceleste.
Finalmente, el “niño prodigio” turco Arda Güler (Real Madrid) es un creativo impredecible, extraordinario con ambas piernas, que aspira a consolidarse como el símbolo nacional de Turquía.
Otras promesas importantes
La lista de jóvenes con aspiraciones mundialistas es extensa y no se detiene en las figuras ya mencionadas. Hay otros futbolistas con talento, carácter y tiempo suficiente para irrumpir en las convocatorias finales. De Inglaterra, los centrocampistas del Arsenal Myles Lewis-Skelly y Ethan Nwaneri buscan consolidar su puesto. España cuenta con la fuerza y calidad de Gavi y Fermín López, ambos pilares del mediocampo del Barcelona. Desde África, el extremo gambiano Yankuba Minteh (Brighton) promete ser un factor de desequilibrio.
En resumen, el Mundial no solo será un escenario para las grandes leyendas, sino la pasarela definitiva para una nueva guardia de futbolistas que, impulsados por su precocidad y madurez, están listos para reescribir la historia del deporte.
En retrospectiva, esta explosión de juventud no solo asegura un futuro brillante para el deporte, sino que también garantiza que el Mundial sea un punto de inflexión generacional. La transición de poder entre las viejas leyendas como Lionel Messi y Cristiano Ronaldo y estos nuevos talentos, que compiten con una intensidad y un desparpajo inéditos, promete ser el hilo narrativo más emocionante del torneo. Observar cómo estas figuras, que ya son referentes de clubes de élite, manejan la presión del máximo escenario internacional será la clave para definir qué selecciones alzarán la Copa.
Los que generan gran expectativa
Lamine Yamal, segundo en el balón de oro de 2025
Estrella del Barcelona, de 18 años. Ha ganado dos veces el Trofeo Kopa y fue segundo en el Balón de Oro 2025. Se espera que en 2026 vuelva a ser candidato al Balón de Oro y pieza fundamental España.
Estêvão Willian,
Heredero del “jogo bonito” brasileño
Brilló en el Mundial de Clubes 2025 con Palmeiras frente a su actual club el Chelsea, el polivalente extremo brasileño de 18 años fue fichado hasta 2033 y es una de las joyas a seguir en 2026.
Kendry Páez, talento forjado en ecuador para el mundo
El multifuncional mediocampista ecuatoriano de 18 años fue fichado por el Chelsea hasta 2033, pero fue cedido una temporada al Estrasburgo de Francia y es carta a mostrar de Ecuador en el Mundial.