A veces, perder puede enseñar más que ganar. Atlético Nacional, uno de los equipos con mayor tradición continental en el fútbol colombiano, vivió una noche amarga en Brasil ante Internacional de Porto Alegre. Sin embargo, el revés en la segunda jornada de la fase de grupos de la Copa Libertadores debe ser asumido como una lección oportuna. Mejor ahora que en instancias decisivas. Así lo entendió Cristian Pellerano, asistente técnico de Javier Gandolfi, quien fue sensato en su análisis posterior al compromiso.
“Hicimos un muy buen primer tiempo, generamos situaciones de peligro, nos hemos plantado ante un muy buen rival, de gran jerarquía y nombre. Para el segundo tiempo tuvimos de arranque las situaciones más claras y, lógicamente, hasta perdiendo 1-0 seguimos dominando el juego. Pero a partir de la expulsión fue otro partido”, explicó Pellerano con claridad y serenidad.
El cuerpo técnico decidió no entrar en polémicas arbitrales. Pellerano fue categórico: “Nosotros tratamos de corregir lo que nos corresponde a nosotros, estamos dolidos, no era lo que fuimos a buscar, pero así tocó. Toca darle vuelta a la página y pensar en lo que viene”.
Y lo que viene es exigente. Pero también se viene con la certeza de que hay aspectos por mejorar. Aquí, cinco lecciones claras que Nacional debe asumir tras la caída en Porto Alegre.
1. Evitar imprudencias en marca
En torneos como la Libertadores, cada error se paga caro. William Tesillo cometió un penalti innecesario al barrerse sobre la línea, en una jugada que ya tenía dominada. Y lo de Marino Hinestroza fue aún más costoso: su falta desmedida, en una zona intrascendente del campo, terminó en su expulsión y cambió por completo el ritmo del partido.
2. Corregir el flanco izquierdo
Camilo Cándido es un puñal cuando sale al ataque, pero en la marca deja espacios peligrosos. Internacional supo explotar esa debilidad con precisión. En la Libertadores no hay margen para regalar espaldas, y Gandolfi tendrá que trabajar ese aspecto en los entrenamientos.
3. Elegir el sistema adecuado
El 4-4-1-1 planteado por el cuerpo técnico tiene lógica táctica, pero sacrifica a uno de los cerebros del equipo: Edwin Cardona. En ese esquema, es Daniel Mantilla o Brayan Sarmiento quien podría rendir más. Cardona necesita libertad, compañía y una estructura que lo potencie, no que lo ahogue.
4. Ser eficaces
Marino Hinestroza y Kevin Viveros tuvieron oportunidades doradas para abrir el marcador. En un torneo internacional, fallar en el área rival es tan costoso como cometer errores en la propia. La contundencia debe ser un compromiso colectivo.
5. Gandolfi, cabeza fría
El técnico ha mostrado equilibrio emocional desde su llegada a Nacional. Sin embargo, ante los errores arbitrales se descompuso y fue expulsado. Esa reacción, por comprensible que sea, no puede repetirse. El equipo necesita líderes serenos, especialmente cuando el partido se pone cuesta arriba.
La derrota dejó marcas, pero también sirvió para abrir los ojos. Y ahora más que nunca, en el vestuario, deben aparecer los líderes: David Ospina, William Tesillo, Edwin Cardona. Es tiempo de levantar al grupo, de sacudir la frustración, de mirar hacia adelante con la frente en alto.
Porque se perdió una batalla, sí. Pero esto es solo el comienzo del camino. Y Nacional, golpeado, aún tiene con qué pelear hasta el final.