Tras el fallecimiento del cardenal colombiano Pedro Rubiano Sáenz el pasado lunes, este miércoles, el papa Francisco se pronunció y lamentó la “triste noticia” de su deceso.
Por cuenta de la muerte del también arzobispo emérito de Bogotá, quien falleció en la mañana del lunes a los 91 años, el papa Jorge Bergoglio expresó su “sentido pésame” y destacó la labor de “este abnegado pastor”, quien “con su dedicación y trabajo ofreció su vida por el bien de la iglesia”.
“Recibida la triste noticia del fallecimiento del cardenal Pedro Rubiano Sáenz, arzobispo emérito de esa circunscripción eclesiástica, deseo hacer llegar mi sentido pésame a todos los miembros de esa iglesia particular, a los familiares y a cuantos participan en el rito exequial”, manifestó Francisco en un telegrama enviado al cardenal Luis José Rueda Aparicio, arzobispo de Bogotá.
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Por otro lado, el papa argentino ofreció “sufragios por el eterno descanso” del cardenal y lo encomendó “a la materna intercesión de la virgen de Chiquinquirá, e imparto con afecto la confortadora bendición apostólica, como signo de fe y esperanza en Cristo resucitado”.
A través de un comunicado, el pasado lunes la Conferencia Episcopal de Colombia confirmó el fallecimiento del cardenal Pedro Rubiano Sáenz. Según el organismo, el cardenal falleció en Bogotá y se retiró del gobierno pastoral de la Arquidiócesis de Bogotá en julio de 2010, luego de que el entonces papa Benedicto XVI (Joseph Ratzinger) aceptó su renuncia.
El purpurado, que sirvió a la Iglesia durante casi 68 años de vida sacerdotal, fungió como presidente de la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC) durante tres periodos: entre 1990 y 1993; entre 1993 y 1996, y entre 2002 y 2005.
Rubiano Sáenz fue Cardenal Diácono de la Iglesia Católica Universal en el Consistorio del 21 de febrero de 2001, durante el pontificado del papa Juan Pablo II. Entre sus múltiples roles destacados, el cardenal fue vicepresidente de la Comisión Católica Internacional de Migraciones y Refugiados en Ginebra desde 1983 hasta 1989.
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“De manera especial, el 4 de agosto de 1995, el cardenal Rubiano Sáenz fundó la Comisión de Conciliación Nacional bajo el propósito de poner al servicio del país una instancia social y políticamente diversa que ayudara a buscar soluciones políticas al conflicto armado colombiano, acompañar los esfuerzos de paz y establecer escenarios de confianza para el encuentro con diversos actores”, explicó la Conferencia Episcopal.