Desde que se produjo el atentado -que terminó quitándole la vida al senador Miguel Uribe Turbay-, el pasado 7 de junio en Bogotá, el presidente Gustavo Petro ha lanzado diversas acusaciones contra distintos sospechosos, lo que ha terminado por confundir a la opinión pública.
El pasado 12 de agosto, durante un discurso en la Escuela de Cadetes General Santander, expresó: “He movido diplomáticamente al Gobierno de Venezuela para que golpee al ELN, y lo está golpeando. El ELN también aquí está asesinando colombianos. Y es probable, no puedo afirmarlo, que sea el autor del asesinato del senador Miguel Uribe Turbay por dinero. Será la investigación, cada vez más difícil, la que diga la verdad”.
Pero cuando la prensa y la ciudadanía comenzó a debatir esta teoría, y el propio ELN negó el señalamiento, el jefe de Estado se echó para atrás.
“Nunca he dicho que el ELN este detrás del asesinato del senador Uribe Turbay. El ELN debería leer más que la prensa, directamente mis discursos. No hablo por hablar. Los indicios muestran una vía hacia la Segunda Marquetalia, con asiento en Venezuela y Colombia; es probable que le hayan pagado a la Segunda Marquetalia por asesinar al senador”, trinó el siguiente 18 de agosto.
Y recalcó: “No hay indicios hacia el ELN, pero sí hacia la Segunda Marquetalia, ambas agrupaciones están en guerra abierta contra el gobierno, están en una oposición armada”.
En su tesis sobre la Segunda Marquetalia, el presidente también ha involucrado a Álvaro Leyva, quien fue su canciller al principio del mandato y ahora se ha convertido en enemigo político.
En respuesta a las cartas que el exministro de Relaciones Exteriores ha publicado en internet, en las que ventila supuestos problemas de drogas, alcohol y conductas irregulares en los viajes presidenciales, Petro lo denunció por varios delitos, que van desde la calumnia hasta la instigación al magnicidio del precandidato presidencial opositor.
En un aparte de la denuncia, radicada ante la Fiscalía, dice que “a las semanas de la carta en la que Leyva insinúa la posibilidad de una tragedia, Miguel Uribe Turbay, opositor mencionado en los audios, fue víctima de un atentado atribuido a las disidencias de las Farc, comandadas por ‘Iván Márquez’, estructura con la cual el propio Leyva había tenido contacto directo (...). Este nexo, aunque no permite imputación directa por autoría, sí justifica la hipótesis de instigación como modalidad autónoma de intervención punible”.
En el mismo sentido, el primer mandatario ha lanzado sospechas contra la Junta Directiva del Narcotráfico, una estructura de crimen organizado a la cual ha señalado en múltiples ocasiones de fraguar un plan para matarlo desde Dubai.