La disputa interna del Centro Democrático por la encuesta para elegir su candidato presidencial se intensificó tras los señalamientos contra el estratega, quien está al servicio de la campaña de Miguel Uribe. Su presunta influencia en el proceso y los reparos contra la firma AtlasIntel desataron una fractura interna.
No cesa la polvareda desatada en las huestes del Centro Democrático por cuenta de los cuestionamientos que lanzó el precandidato Miguel Uribe Londoño contra la firma encuestadora AtlasIntel, encargada –hasta este lunes que declinó– de realizar el sondeo para la elección del candidato único del uribismo el próximo 28 de noviembre.
Las críticas del padre del fallecido senador Miguel Uribe Turbay dejaron al descubierto un pulso que provocó fisuras dentro de la colectividad y acentuaron además una pugna con la también precandidata María Fernanda Cabal. En medio de los reclamos de lado y lado ha sobresalido un nombre clave que permitiría determinar no solo los orígenes, sino los alcances de la pelea: el asesor político Lester Toledo.
Se trata de un abogado y consultor de origen venezolano, que ha asesorado a políticos del calibre del presidente de El Salvador, Nayib Bukele, así como la líder opositora María Corina Machado. Si bien Toledo fue contratado por el fallecido senador Uribe Turbay, su padre terminó reencauchándolo en su campaña y ahora es el centro de la controversia.
En su página web es descrito como activista político y “uno de los más destacados consultores políticos de la actualidad”, resaltando su experiencia como especialista en organización territorial y control electoral. “Ha sido miembro fundador del partido político Voluntad Popular, ex diputado al Consejo Legislativo del estado Zulia y actualmente funge como director de la firma Salto Angel Consulting”.
Sin embargo, según dejó entrever la congresista Cabal, Toledo sería el responsable de haber promovido los reparos contra la firma brasileña AtlasIntel, los cuales quedaron al descubierto tras una carta de Uribe Londoño dirigida al director del Centro Democrático, Gabriel Vallejo.
Allí, entre otras, el precandidato reconoce que sus asesores tuvieron acercamientos con miembros de la encuestadora, pero lo enmarca como un relacionamiento normal en este tipo de procesos electorales. No obstante, Uribe Londoño reclamó que los dueños de Atlas Intel le admitieron que “vienen trabajando en un tracking contratado por unos empresarios colombianos desde hace meses y que tienen resultados que ponen en primer lugar a la senadora y precandidata María Fernanda Cabal según su metodología digital”.
Ante ello, en la misiva el precandidato alegó por supuestos “sesgos” a favor de Cabal y llamó la atención por un conflicto de intereses, indicando que la “susodicha empresa” estaba haciendo desde hace meses “una encuesta en Colombia y que daba como ganadora a la senadora Cabal”. Para el aspirante, es un hecho que “ya el ‘arbitro’ tiene una decisión adelantada con un resultado adelantado antes del proceso de encuesta”.
Mientras que la firma Atlas Intel reveló este lunes que se apartará del proceso ante “un riesgo reputacional en relación con nuestra imparcialidad”, la senadora Cabal enfiló contra Lester Toledo, advirtiendo que “asesores extranjeros” no pueden ‘imponer’ cuál será el método de selección dentro del uribismo.
En esa línea, denunció que Toledo estuvo en la campaña de Albert Corredor, cercano al imputado exalcalde Daniel Quintero, y que hoy sería cercano al precandidato petrista Carlos Caicedo, exgobernador de Magdalena. Incluso, advirtió que el sector político que el asesor apoyó en Venezuela terminó siendo “una falsa esa oposición que ayudó a (Nicolás) Maduro a afincarse al poder”.
“Se lo voy a decir con toda la franqueza: me incomoda y me preocupa que haya un ánimo de intervención de personas que han estado en muchas campañas y yo quiero investigar (...) Yo he escuchado que hay demasiado dinero que da vueltas en campañas en Colombia, en Norte de Santander, en el Magdalena, en Cúcuta, en Medellín y ahora pueden estar en esta campaña. Me preocupa que estemos ahora con financiación de quién sabe qué intereses para que el partido se deshaga”, señaló Cabal en diálogo con la emisora W Radio.
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En este contexto, no puede pasar por alto que otro miembro del Centro Democrático, el concejal paisa Andrés “el Gury” Rodríguez, denunció también que a Uribe Londoño lo acompañan un grupo de asesores venezolanos “que son los que han intentado socavar al partido Centro Democrático desde su interior”.
De acuerdo con el cabildante, hay una teoría en política que se llama “la quinta columna”, relacionada con personas “que intentan meterse dentro de los liderazgos de algún movimiento para destruir desde adentro todo el tema social y político”. Por ello, señaló a sus asesores y los acusó de estar involucrados también “en el robo de Medellín”.
“Tristemente estos son los señores oscuros que están hoy detrás del señor Miguel Uribe y que pretenden destruirlo todo, en cabeza de un tipo nefasto que se llama Lester Toledo. Sí, el mismo que fue jefe de campaña de Albert Corredor para la Alcaldía”, precisó.
Inclusive, meses atrás, cuando la viuda de Miguel Uribe Turbay, María Claudia Tarazona, señaló a María Fernanda Cabal de supuestamente intimidarla para evitar que se metiera en política –“Me amenaza con miedo a que yo me meta en la política”, dijo en septiembre–, el nombre de Toledo nuevamente salió a relucir.
Internamente, en el Centro Democrático hubo quienes señalaron al asesor de ser el encargado de acusar a la congresista buscando mermar su aspiración y supuestamente dividir al uribismo.
Lo cierto hoy es que Miguel Uribe Londoño insiste en que la nueva encuesta que contrate el partido mida intención de voto “por medio de mecanismos que sean transparentes, técnicos y limpios”. Además, negó un planteamiento que le formuló el propio director del Centro Democrático, quien le cuestionó si alguno de sus asesores contactó a AtlasIntel en búsqueda de un estudio o investigación que midiera la intención de voto.
“No es cierto que alguien de nuestra campaña intentara contratar a la firma AtlasIntel. He leído eso en algunos medios y él mismo me lo preguntó, y le confieso que me ha sorprendido, porque me parece irresponsable cómo se cae tan fácil en la mentira cuando se trata de campañas y de política. Esto es nuevo para mí. Mis asesores han tenido conversaciones con esa y otras empresas encuestadoras, porque lo hacen habitualmente porque es su profesión”, explicó Uribe Londoño a Blu Radio.
El desafío ahora para el uribismo, además de consolidar la unidad y ejercer disciplina de partido, es escoger con celeridad una firma que les permita escoger entre los cinco precandidatos hoy en competencia. Además de Cabal y Uribe, las senadoras Paloma Valencia, Paola Holguín y el congresista Andres Guerra.
¿Primará la cohesión o persistirán la división y los choques? El horizonte es la consulta de marzo de 2026, cuando el uribismo se medirá con otras fuerzas de oposición y antipetristas en búsqueda de consolidar un candidato único.
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