Dos de las principales cabezas del negocio de las esmeraldas han sido asesinadas por el disparo de un francotirador en Bogotá. En la tarde de este 6 de abril se confirmó la muerte de Jesús Hernando Sánchez, el crimen de ese esmeraldero es casi una réplica de un homicidio que ocurrió ocho meses atrás.
La muerte fue instantánea. Sánchez estaba en el conjunto residencial Bosques del Marqués, al norte de Bogotá, en compañía de familiares y amigos. De pronto se escuchó una detonación que impactó directamente en el cuerpo del esmeraldero: el minero cayó. Murió inmediatamente. Eran las 3:40 de la tarde.
“La Policía Nacional desplegó todas sus capacidades, dos aeronaves y personal del Goes para hacer el rastreo de la zona. Básicamente, usaron un tirador experto, permanecemos en la zona y buscamos a las personas que pudieron ejecutar esta acción”, señaló el Brigadier general, Giovanni Cristancho Zambrano, comandante Policía Metropolitana de Bogotá.
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El ataque habría sido planeado minuciosamente. El tirador se ubicó en uno de los cerros que rodean el conjunto residencial, en esa zona tiene visibilidad directa sobre los apartamentos sin que pueda ser detectados. Desde allí accionó el gatillo.
El crimen de Jesús Hernando Sánchez es una réplica del homicidio de Juan Sebastián Aguilar, conocido como Pedro Pechuga. Otro zar de las esmeraldas que fue asesinado por un francotirador, en ese mismo conjunto residencial pero en agosto del año pasado.
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Sánchez había asumido la cabeza del gremio de las esmeraldas después de la muerte de Pedro Pechuga. En 2012 ya había sido víctima de un atentado y sobrevivió a 9 disparos en el centro comercial Andino de Bogotá.
Información de El Espectador indica que Sánchez, en enero pasado, fue señalado por un preso en Estados Unidos de haberse robado las acciones de Cunas, una de las minas de esmeraldas más grandes de Colombia.
“Esta es una zona boscosa y muy grande, es prácticamente los cerros orientales. Es el mismo modus operandi”, añadió Cristancho.
Desde la desaparición de Víctor Carranza, el sector esmeraldero está dividido en varios clanes, algunos de ellos señalados de tener alianzas con grupos armados ilegales y redes internacionales.