Un fiscal le imputó los delitos de homicidio agravado; fabricación, tráfico, porte o tenencia de armas de fuego (agravado).
Élder José Arteaga Hernández, alias Chipi o “El Costeño”, uno de los procesados por su presunta responsabilidad en el magnicidio del precandidato Miguel Uribe, fue imputado por un homicidio ocurrido con anterioridad al del político del Centro Democrático. Las investigaciones indican que el asesinato fue consecuencia de disputas con otras organizaciones criminales por el control de la venta de estupefacientes al menudeo (microtráfico).
Para la Fiscalía, Arteaga Hernández presuntamente contactó a un sicario por vía telefónica y le ofreció cuatro millones de pesos por ejecutar el crimen. Ambos se reunieron en un billar de Engativá, en Bogotá, para ultimar detalles, lugar donde el hoy sindicado entregó la mitad del dinero (dos millones de pesos) como anticipo.
Hernández, según la investigación, se habría encargado personalmente de ubicar y localizar a la víctima mientras esta se encontraba en un establecimiento comercial. Poco después de haber marcado la ubicación del objetivo, el procesado se citó con el sicario para entregarle el arma de fuego que se utilizaría para ejecutar el “trabajo”.
El homicidio no ocurrió de inmediato, sino horas después, durante la madrugada. El ataque se perpetró finalmente en la vía pública del barrio El Muelle, en la capital del país. El día del ataque, alias El Costeño localizó personalmente a la víctima en un establecimiento comercial. Poco después, se encontró con el sicario para entregarle el arma de fuego necesaria para perpetrar el hecho.
Un fiscal de la Unidad de Vida de la Seccional Bogotá le imputó los delitos de homicidio agravado; fabricación, tráfico, porte o tenencia de armas de fuego (agravado); y ocultamiento, alteración o destrucción de elemento material probatorio. A pesar de las pruebas presentadas por la Fiscalía, el procesado no aceptó ninguno de los cargos y permanece privado de la libertad en un centro carcelario.
Élder José Arteaga Hernández es identificado como el cabecilla de un grupo delincuencial dedicado a actividades de microtráfico y sicariato. Actualmente, se encuentra privado de la libertad en un centro carcelario por ser considerado uno de los “cerebros” detrás del magnicidio del senador Miguel Uribe Turbay, crimen para el cual presuntamente organizó el plan y contrató a un sicario de tan solo 15 años.
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