El presidente Gustavo Petro, al parecer, es uno de los más preocupados con las constantes tensiones diplomáticas que él mismo puede generar con Estados Unidos. El jefe de Estado le envió una carta a su homólogo estadounidense donde le rindió explicaciones y le pidió una tregua por las tensiones entre ambos países.
“En las últimas semanas se dio un intercambio de opiniones entre el despacho de la Secretaría de Estado y esta Presidencia que alcanzó una notoriedad pública que merece una reflexión serena y franca. Como representantes electos de nuestros pueblos, compartimos la responsabilidad de cuidar las palabras y los gestos, particularmente en tiempos de agitación y desinformación”, señaló el presidente Petro.
La carta está firmada con fecha del pasado 23 de junio y coincide justo con las afirmaciones que había hecho el presidente Petro en las que señalaba a Marco Rubio, secretario de Estado de Estados Unidos de estar detrás del intento de las acciones golpistas.
Para entonces, el presidente había conocido los audios en los que Álvaro Leyva, excanciller, menciona que adelantó reuniones con varios congresistas republicanos de Estados Unidos para tratar de ejecutar un plan que terminaría con la expulsión de Gustavo Petro del poder.
El maquiavélico plan, según los audios de Leyva, pretendía ser ejecutado en “no más de 20 días”, con “presión internacional” y con el apoyo de actores armados y no armados. Se sabe que Estados Unidos no compró el plan golpista y, por el contrario, hicieron llegar los audios a los organismos de inteligencia de Colombia.
Lo cierto es que las insinuaciones, en principio, del presidente causaron malestar en la Casa Blanca. El propio Marco Rubio decidió llamar al embajador de Estados Unidos a consulta por la cascada de declaraciones infundadas del presidente.