Una reunión clave se realiza este martes en la Casa de Nariño en medio de la incertidumbre por lo que pueda pasar con la contratación alrededor del servicio los pasaportes después del 1 de septiembre.
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La canciller encargada, Rosa Villavicencio, participa en una reunión que lidera el jefe de Despacho presidencial, Alfredo Saade. También tiene asiento la Imprenta Nacional.
Una reunión clave se realiza este martes en la Casa de Nariño en medio de la incertidumbre por lo que pueda pasar con la contratación alrededor del servicio los pasaportes después del 1 de septiembre.
Con el propósito de encontrar una solución a la crisis por el cambio en la expedición del documento, se adelanta una mesa técnica en la que participan delegados de la Embajada de Portugal y la canciller encargada, Rosa Villavicencio.
Al encuentro, dirigido por el jefe del Despacho presidencial, Alfredo Saade, también asiste la gerente general de la Imprenta Nacional, Viviana León Herrera.
La reunión es de vital importancia para definir la estrategia de pasaportes que se llevará a cabo tras la salida de Thomas Greg & Sons, ordenada por el presidente Gustavo Petro. También se deberían fijar fechas para la firma del contrato de cooperación técnica entre los dos países.
Según explicó el excanciller Luis Gilberto Murillo en diálogo con Colprensa, este acuerdo pactado desde el año pasado incluye transferencia tecnológica, inducción y la construcción de una planta en Portugal, pero se había pausado mientras Sarabia estuvo en el cargo.
Por su parte, Sarabia se retiró del Gobierno insistiendo en que la Imprenta no está lista para asumir este proceso de las libretas y necesita un tiempo de transición, un tiempo para que lleguen las máquinas y para el fortalecimiento de las capacidades.
En medio de varios interrogantes, en este encuentro se debe definir cómo funcionará esta transición de Thomas Greg a la Imprenta Nacional, las capacidades de esta y el rol que tendrá la Casa de la Moneda de Portugal.
Por cuenta de la incertidumbre que persiste alrededor de la contratación del servicio de pasaportes en Colombia, desde este lunes se registran largas filas en las sedes de la Cancillería en búsqueda de un turno para tramitar y expedir el documento.
La entidad reconoció que, debido al incremento significativo en la demanda de citas, el sistema de agendamiento “está a su máxima capacidad”.
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Solo en Bogotá, en las dos sedes que operan de 7:00 a.m. a 4:00 p.m., se han atendido hasta 4.600 personas. Ello indica que cada hora al menos 500 colombianos –los afortunados que consiguen una cita– acuden para renovar o expedir su pasaporte. “El agendamiento a su máximo nivel es consecuencia de la alta concurrencia de usuarios”, señaló la Cancillería.
No es para menos. El próximo 1 de septiembre –en poco más de un mes y medio–, concluye el contrato entre el Gobierno y una unión temporal –en la que tiene participación la célebre firma Thomas Greg & Sons–, que permitió darle continuidad a la fabricación de los documentos en 2024.
Si bien la saliente ministra Laura Sarabia trabajó en un acuerdo para extender por 11 meses más el contrato con Thomas Greg, el presidente Gustavo Petro le encomendó a su nuevo jefe de despacho, Alfredo Saade, avanzar en la estructuración de un convenio con el Gobierno de Portugal para que, de la mano de la Imprenta Nacional, sea el Estado el que paulatinamente asuma la elaboración de los documentos. No obstante, Sarabia calcula que el proceso demanda al menos nueve meses.
En esa línea, ante las filas de usuarios, la Cancillería envió un mensaje de tranquilidad y aseguró que el servicio de expedición de pasaportes está garantizado. “Mientras yo sea la Canciller, los pasaportes de todos los colombianos están garantizados. Esta declaración refleja el compromiso institucional con el derecho a la identidad y la movilidad internacional de todos los ciudadanos”, dijo Sarabia.