Durante la noche del 7 de julio de 1898, una muchedumbre de curiosos se agolpó en los alrededores del Parque Bolívar para atestiguar la llegada de la luz eléctrica a Medellín.
En una ciudad todavía de calles polvorientas, carros jalados por caballos y una incipiente industria que comenzaba a posicionarla como uno de los núcleos económicos del país, en la víspera de la llegada del nuevo siglo, Medellín emprendió un camino sin regreso en el que dejó a tras las lámparas de cebo e iluminó sus noches.
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El milagro, que se hizo posible gracias a 150 lámparas de arco voltaico, fue obra de la incipiente Compañía de Instalaciones Eléctricas, la primera en instalar una planta hidráulica alimentada por la quebrada Santa Elena y con una capacidad de 500 kilovatios.
Pese a que todavía faltaba más de medio siglo para que se aprobara el acuerdo con el que se constituyeron las Empresas Públicas de Medellín (EPM), que el 6 de agosto de 1955 agrupó bajo una sola sombrilla a todas sus empresas de servicios públicos, la ciudad ya había plantado la semilla de un árbol que la transformaría profundamente, convirtiéndola no solo en la casa de uno de los grupos empresariales más importantes de la región, sino también en referente de la prestación de servicios públicos en el país.
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Buscando honrar esa historia, EPM realizó este martes un evento en el Teatro Metropolitano de Medellín en el que inició la celebración de sus siete décadas de funcionamiento, en un encuentro en el que miró a su pasado y envió un mensaje de optimismo para el futuro.
El encuentro reunió tanto a líderes políticos del departamento, como a empleados y la ciudadanía.
El gerente general de EPM, John Maya Salazar, dio un discurso de apertura en el que resaltó el legado de la institución como un faro del desarrollo para Medellín y el departamento.
“Estamos aquí para celebrar algo más grande que una fecha, celebramos una empresa que ha tocado millones de vidas con respeto, el cumpleaños de una organización que ha dejado una huella imborrable en la historia de nuestra ciudad”, expresó el gerente.
“Hace siete décadas EPM nació con la misión de llevar servicios públicos dignos a una ciudad en crecimiento. Lo que comenzó con agua, energía y una visión clara, hoy es una de las empresas más admiradas del continente por su solidez y capacidad de transformar territorios”, añadió Maya, quien señaló que la conmemoración del cumpleaños de la empresa no era para ensalzar sus cifras y su infraestructura, sino las historias de sus trabajadores, que con botas y casco han llevado la luz a los lugares más apartados de Antioquia.
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De igual forma, el alcalde Federico Gutiérrez expresó sus felicitaciones a la compañía y sus empleados, resaltando el papel de EPM en el desarrollo de la ciudad.
“Estamos orgullosos de EPM, felices de celebrar los 70 años de una empresa que nos da tanta calidad de vida, que nos da tantas alegrías y que es y seguirá siendo 100% pública. EPM es de la gente, EPM es para la gente, esa seguirá haciendo su función, seguir trabajando con amor, con cariño, seguir llevando y prestando servicios públicos de buena calidad”, añadió.
Dentro de los momentos más emotivos de la noche estuvieron varios homenajes a figuras claves en la historia de EPM, como por ejemplo al fallecido ingeniero José Tejada Sáenz, el primero en avistar el potencial de generación hidroeléctrico del Cauca Medio, y Lucio Chiquito Caicedo, fundador de Integral y que a sus 109 años fue en persona junto a su familia a recibir una estatuilla.
Además de hablar sobre la historia, el evento de este martes fue una oportunidad para darle una mirada al futuro y en la que se efectuaron varios anuncios importantes.
A nivel de proyectos de la compañía, uno de los más relevantes fue realizado por el alcalde Gutiérrez, quien anticipó que luego de las turbulencias por las que ha atravesado la compañía, sobre todo la contingencia del proyecto de Hidroituango, ya comienzan a avizorarse otros proyectos de largo aliento.
“Tenemos que mirar hacia adelante, no podemos dejarnos llevar por los discursos de moda que se han dedicado a atacar las centrales hidroeléctricas”, dijo Gutiérrez, señalando que EPM tiene en su radar volver a reactivar proyectos como Espíritu Santo.
Este último proyecto, cabe recordar, está pensando para levantarse 18 kilómetros aguas abajo del proyecto de Hidroituango y anticipa una capacidad de generación de 600 megavatios.
En la ceremonia también participó el gobernador de Antioquia, Andrés Julián Rendón, quien además de resaltar la labor de la compañía para llevar calidad de vida a los demás municipios antioqueños aparte de Medellín se refirió a las negociaciones que avanzan entre EPM y la Sociedad Hidroituango como parte del laudo que recientemente se dirimió.
Sobre este tema, Rendón confirmó que la compañía y la sociedad están avanzando en negociaciones con las que se busca que los ingresos que genere la central también empiecen a llegar a las arcas públicas del departamento y que permitan detonar proyectos como un nuevo acueducto en Urabá, hoy pendiente de tener diseños y recursos.