Muchas personas aún están en vacaciones en alguna playa. Otras no, pero si andan aguantando calor extremo por cuenta de las altas temperaturas que se viven en países europeos o en Norteamérica (es notorio el calor en las imágenes que se ven en los torneos deportivos, por ejemplo). El hecho es que el calor también deja consecuencias tangibles en dispositivos electrónicos como los celulares.
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El uso del smartphone en estos contextos puede someterlo a condiciones inadecuadas y causar serios daños en sus componentes, como la batería o la pantalla, que a su vez pueden trasladarse en un funcionamiento más lento del dispositivo, incluso llegando a apagarse en situaciones de sobrecalentamiento extremas.
Por ello, es vital que tenga en cuenta algunas precauciones para cuidar su teléfono celular en días calurosos, comenzando por no exponerlo directamente al sol, mucho menos durante periodos largos.
Entonces, la primera recomendación es no dejarlo al sol al realizar actividades al aire libre, como por ejemplo, cuando va a la playa o a una piscina, o quizá si va a un parque o a algún evento deportivo, ni siquiera poniéndole una toalla encima porque igual se va a recalentar. En estas situaciones, aumentará de temperatura más rápido, calentándose en exceso.
Lo mismo ocurre si se deja en espacios cerrados donde la temperatura se eleva notablemente, como es el caso de los carros. En esta situación, es preferible guardarlo en un espacio protegido con sombra, pero si no tiene opción entonces métalo a un bolso y quitele la funda que habitualmente es fabricada con plástico o silicona y no ayuda mucho en cuanto a disipar el calor.
Si ya se le recalentó
Si por algún motivo dejó el celular en el carro y cuando se da cuenta está muy caliente es recomendable apagarlo completamente para evitar que siga funcionando. Igualmente, se recomienda quitarle la funda por lo ya expuesto y trasladarlo a una superficie fría o a un ambiente más fresco, como puede ser una encimera de piedra o una habitación refrigerada, para ayudar en el proceso de enfriar el dispositivo.
Sin embargo, facilitar el enfriamiento no debe confundirse con enfriarlo de golpe utilizando métodos más agresivos, ya que esto puede dañar aún más los componentes por el cambio brusco de temperatura.
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Mucho cuidado también si se le recalienta mientras está cargándolo. Si es así desconéctelo pronto y de nuevo, quítele la funda.
¿Por qué hay que desconectarlo? Por que el proceso de carga del dispositivo aumenta la temperatura del mismo todavía más. De hecho, es posible que el smartphone adquiera más temperatura cuando esté cargando, incluso si no está expuesto al sol. En este caso, si la pantalla o la parte trasera están calientes, también se deberá retirar del cargador.
En estos casos, si realmente es necesario cargarlo, una opción más segura es recurrir a conectarlo en periodos breves de tiempo, seguidos de pausas, hasta completar el 100 por cien de la batería. También es recomendable evitar utilizar la funda cuando esté cargando, facilitando así más ventilación.
Además de todo ello, es relevante ayudar a controlar la temperatura del dispositivo quitándole carga de trabajo. Por ejemplo, cerrando aplicaciones en segundo plano que no se estén utilizando, activando el modo ahorro de energía, reduciendo el brillo de la pantalla o, incluso, activando el modo avión o desactivando la conexión Bluetooth y WiFi.
Otra opción factible, en caso de que sea necesario utilizar el smartphone con cargas exigentes de trabajo, por ejemplo, para grabar contenido en alta calidad o jugar a videojuegos móviles exigentes, es utilizar ventiladores portátiles para este tipo de dispositivos, que se adaptan como un complemento más y actúan como enfriadores.
*Con información de Europa Press