Durante la instalación del cuarto y último periodo legislativo del Congreso, el presidente Gustavo Petro encendió el debate salarial con una frase contundente: “Subí el salario mínimo como ninguno. Aún me queda un año, voy a aprovechar”.
En su intervención, confirmó que la propuesta de incremento del salario mínimo para 2026 será nuevamente superior a la inflación, una política que ha sido bandera de su gobierno y que, según él, ha impulsado el consumo y la economía del país.
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El salario mínimo actual, tras un aumento del 9,54% en 2025, quedó en $1.423.500.
Para el próximo año, si se tienen en cuenta las proyecciones de inflación (4,5%) y productividad (2,6%), el incremento podría oscilar entre el 6,5% y el 7%, con lo cual el nuevo salario mínimo rondaría los $1.515.495 y $1.522.610.
Petro defiende su política salarial frente a las críticas
“Populista, dirán”, ironizó el mandatario durante su discurso. “Pero si subimos los salarios y evitamos que el trabajador sea explotado, claro que crece el consumo. Si el peón de las haciendas se moría de hambre, hoy marcha con nosotros”, dijo Petro, al justificar su enfoque de recuperación del poder adquisitivo vía incremento salarial.
Este mensaje llega en medio de un contexto económico más estable. La inflación ha caído del 10,8% que recibió al iniciar su mandato a un 4,82%, y el crecimiento económico ha sido del 2,7% en 2024, en parte impulsado —según el Gobierno— por el aumento del salario mínimo.
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Aunque la propuesta del presidente Petro sigue la lógica tradicional de concertación (inflación + productividad), varios expertos han advertido que un aumento por encima de estos indicadores podría tener consecuencias.
“El ajuste debe ser moderado para evitar desajustes entre la oferta y la demanda. Si el consumo se dispara, pero la oferta no se ajusta, puede generar presiones inflacionarias”, explicó Henry Amorocho, experto en Hacienda Pública y profesor de la Universidad del Rosario, a medios nacionales.
El Banco de la República también ha insistido en que los incrementos salariales deben ser responsables para ayudar a la reducción de las tasas de interés, uno de los objetivos económicos prioritarios del Ejecutivo.
Así ha subido el salario mínimo en la última década
Desde 2015, el salario mínimo ha tenido un incremento acumulado significativo. Solo en la administración Petro, el salario ha crecido un 48%, mientras que la inflación acumulada ha sido del 33%, según cifras oficiales.
A continuación, un resumen del comportamiento del salario mínimo en los últimos 10 años:
2015: 4,6% - $644.350
2016: 7% - $689.455
2017: 7% - $737.717
2018: 5,9% - $781.242
2019: 6% - $828.116
2020: 6% - $877.803
2021: 3,5% - $908.526
2022: 10,7% - $1.000.000
2023: 16% - $1.160.000
2024: 12% - $1.300.000
2025: 9,54% - $1.423.500
Si se cumple la propuesta del presidente y el aumento de 2026 se sitúa entre el 6,5% y 7%, el salario mínimo superará los $1.520.000, consolidando un crecimiento salarial histórico en comparación con otras administraciones.
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Aunque el presidente ya dio pistas claras sobre su intención, el incremento oficial del salario mínimo se definirá en diciembre de 2025 en la Comisión Permanente de Concertación de Políticas Salariales y Laborales, donde se sientan Gobierno, empresarios y centrales sindicales.
Allí se tendrán en cuenta los datos de inflación, productividad, PIB y empleo entregados por el Dane y el Banco de la República. En caso de no llegar a un consenso, el Gobierno podrá fijar unilateralmente el aumento mediante decreto.