El hecho ocurrió el fin de semana, después del duelo de vuelta de la final entre Carabobo y Universidad Central.
Al árbitro venezolano Yender Herrera, quien pitó las finales de la Liga de ese país, le quemaron su carro personas días después del partido en Maracay, la ciudad donde vive. El pasado 6 de diciembre, el juez dirigió en Valencia, la capital de Carabobo, el partido de vuelta entre el equipo de esa localidad y la Universidad Central de Caracas que definió el ganador del título.
El encuentro terminó 0-2 en favor de los capitalinos. Con la victoria consolidaron lo hecho en el juego de ida, en el que empataron a un tanto con su rival el 30 de noviembre pasado. En ese encuentro, el juez central Yender Herrera –sí, pitó los dos partidos–, expulsó al futbolista Alexander Granko Júnior, de Universidad Central.
Granko es un extremo derecho de 17 años que juega en Universidad Central. Es uno de los más jóvenes del equipo y es, además, hijo de Arteaga Granko, un militar venezolano que funge como presidente de la UCV desde hace varios años.
Es bien sabido que en Venezuela los militares tienen mucho poder. En el país bolivariano se estima que hay entre 109.000 y 135.000 miembros activos del ejército. Muchos de ellos tienen afinidad con el Gobierno de Nicolás Maduro. Quizás por eso, en ese país corre el rumor de que la incineración del vehículo de Herrera fue una represalia por la expulsión del hijo de Granko.
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No hay nada confirmado. Sin embargo, la Federación Venezolana de Fútbol emitió un comunicado en el que rechazó, de manera contundente, el ataque contra el juez. “Rechazamos de manera categórica cualquier acto de violencia o intimidación contra árbitros, jugadores, cuerpos técnicos o cualquier miembro de nuestro ecosistema deportivo. El arbitraje es una labor fundamental para el desarrollo del fútbol y quienes la ejercen merecen respeto, protección y garantías para cumplir con su trabajo. Ninguna inconformidad deportiva puede justificar comportamientos que pongan en riesgo la integridad de personas, sus bienes, ni el espíritu del juego”, dice el comunicado.
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