La noche se vistió de fiesta en el Estadio Metropolitano Roberto Meléndez. La Selección Colombia, con un contundente 3-0 sobre Bolivia, no solo aseguró su séptima participación en una Copa del Mundo, sino que hizo vibrar a un país entero.
Los goles llegaron en momentos clave: James Rodríguez, Jhon Córdoba y Juan Fernando Quintero fueron los artífices de las anotaciones que consolidaron el sueño mundialista en Norteamérica.
Pero más allá de los tantos, hubo una imagen que resumió la emoción de una clasificación trabajada: el rostro de James Rodríguez, capitán y figura, celebrando desde el banco de suplentes.