En un miércoles lleno de rumores y emociones, una sola imagen bastó para desatar la ilusión entre los hinchas de Atlético Nacional. Una fotografía de Juan Guillermo Cuadrado, el histórico referente de la Selección Colombia, en la sede deportiva de Guarne se volvió viral en cuestión de minutos, levantando todo tipo de expectativas sobre una posible vinculación con el club verde.
El astro nacido en Necoclí, que recientemente finalizó su vínculo contractual con el Atalanta de Italia y hoy se encuentra como agente libre, apareció sonriente en la sede deportiva, lo que hizo soñar a la hinchada con un fichaje bomba que reactivara la esperanza de cara al segundo semestre. Sin embargo, esa ilusión fue rápidamente aterrizada por fuentes del club.
Tras la masiva circulación de la imagen en redes sociales, este medio consultó a las altas esferas del club, que fueron tajantes: “no hay ninguna negociación en curso”, aclarando que la presencia de Cuadrado en Guarne obedecía exclusivamente a un proceso de recuperación física y a una visita amistosa para saludar a conocidos del plantel profesional.
La posibilidad de que el lateral-extremo de 37 años vista la camiseta verdolaga parece, por ahora, un sueño inalcanzable. Aunque se encuentra sin contrato, su salario en Europa —que ronda los 200 mil euros mensuales— es una cifra fuera difícilmente al alcance de cualquier club colombiano en las condiciones actuales. Por ende, cuando se preguntó directamente si existía alguna opción real de fichaje, la respuesta fue contundente: “no señor... ninguna”.
Más allá del anhelo romántico de los hinchas, su presencia en Guarne refleja también el respeto que el futbolista mantiene por una de las instituciones más grandes del país. El hecho de que haya elegido la sede de Nacional para seguir su recuperación habla de la seriedad de la infraestructura y el prestigio del club, incluso para una figura de su talla internacional.
Mientras tanto, Nacional continúa concentrado en su proceso de reestructuración. Aunque aún no se ha oficializado ningún refuerzo, los dirigentes trabajan contrarreloj para cerrar contrataciones que refuercen el proyecto de Javier Gandolfi, de cara al exigente calendario del segundo semestre. El equipo no solo se juega su prestigio en la Liga Betplay-I y la Copa Betplay, sino que también afronta un desafío mayúsculo en los octavos de final de la Copa Libertadores, donde enfrentará al poderoso Sao Paulo.
La venta de abonos es una prioridad, y la dirigencia es consciente de que, más allá del marketing y las campañas, los fichajes son el mejor aliciente para movilizar a la hinchada. La ilusión, encendida incluso por una visita inesperada como la de Cuadrado, demuestra que el fervor por el verde sigue intacto.
Por ahora, la historia entre Nacional y Juan Guillermo Cuadrado queda en una anécdota amable, una fotografía que quedará en la memoria como un “¿qué tal si...?”, mientras el club sigue su búsqueda silenciosa de los jugadores que sí puedan sumarse al sueño de pelear por todo en el semestre decisivo.