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La historia detrás de los viajes “secretos” de Juliana Guerrero y la misión para la que usó aeronaves del Estado

Mientras el presidente Petro y el ministro Benedetti justificaban el uso de aeronaves oficiales para una supuesta “misión secreta” de seguridad, Juliana Guerrero viajaba con su hermana en helicóptero y avión de la Policía hacia Aguachica para consolidar su influencia en la Universidad Popular del Cesar, según reveló Cambio.

  • FOTO: REDES SOCIALES ARMANDO BENEDETTI
    FOTO: REDES SOCIALES ARMANDO BENEDETTI
  • Juliana Guerrero militó en las juventudes del Pacto Histórico. FOTO: CAPTURA DE PANTALLA
    Juliana Guerrero militó en las juventudes del Pacto Histórico. FOTO: CAPTURA DE PANTALLA
hace 48 minutos
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En la narrativa del poder, las formas importan tanto como los hechos. Por eso sorprendió que, ante cuestionamientos públicos, el presidente Gustavo Petro y su ministro del Interior, Armando Benedetti, recurrieran al argumento de una “misión secreta” para explicar el uso de un avión y un helicóptero de la Policía Nacional por parte de Juliana Guerrero y su hermana Verónica. La versión oficial señalaba que el viaje, realizado en junio pasado, estaba relacionado con asuntos delicados del orden público. Sin embargo, la realidad que destapó la revista Cambio es otra: el desplazamiento no tenía nada de secreto ni de misión oficial. Habría sido una jugada estratégica para intervenir en el Consejo Superior de la Universidad Popular del Cesar (UPC) y cambiar sus reglas internas con fines políticos.

Juliana Guerrero, con solo 22 años, ha alcanzado un inusitado nivel de poder en el Gobierno Nacional. Ha sido presentada como asesora del ministro Benedetti, aunque su cargo formal actual es el de secretaria ejecutiva del despacho del Ministerio del Interior. Todo esto sin necesidad de un título universitario y, paradójicamente, aún registrada en el Sisbén como beneficiaria de programas sociales.

El 19 de junio de 2025, Juliana y su hermana aterrizaron en Valledupar a bordo del avión policial de matrícula PNC-0242. Ese mismo día, desde Santa Marta, otro vehículo aéreo—un helicóptero Bell 212 con matrícula PNC-0495—viajaba rumbo a la misma ciudad. Al día siguiente, las hermanas abordaron el helicóptero para llegar a Aguachica, donde participaron en una sesión del Consejo Superior de la UPC.

“La cara de Juliana no era extraña para los asistentes, pues el presidente Petro la designó desde el primero de abril como su representante en ese órgano directivo de la UPC”, reseña Cambio. El motivo real del viaje era impulsar una reforma estatutaria que permitiría la reelección del rector Rober Romero, aliado político del círculo cercano a Juliana.

Puede leer: ¿Quién es Juliana Guerrero, la asesora que Benedetti llevó a Presidencia y que Petro presentó en el Consejo de Ministros?

Las redes sociales revelaron lo que el gobierno intentó mantener bajo reserva: fotos publicadas por las propias hermanas en Instagram evidenciaron su presencia y la de personas de confianza en el vuelo. La investigación de Cambio expone que no se trató de un simple vuelo oficial. El desplazamiento involucró un helicóptero de alta gama operado por la Policía y la presencia de otros miembros del entorno político de las Guerrero: René Segundo Hernández, director de Consulta Previa del Ministerio del Interior, y José Carlos Pérez Yancy, representante de los egresados en la UPC, ambos cercanos al rector Romero y al poder regional. Hernández incluso fue condenado por falsedad en documento público en 2006, pero eso no ha sido impedimento para ocupar altos cargos.

La verdadera razón de los viajes de Juliana Guerrero

La verdadera intención del viaje, según se desprende de los documentos obtenidos por Cambio, era reformar el estatuto que desde 2004 impide la reelección inmediata del rector de la universidad, salvo que este renuncie tres meses antes. Sin embargo, el plan, que comenzó meses atrás, encontró resistencia.

En una sesión del 22 de mayo, donde debía discutirse el cambio, Juliana abandonó el recinto antes del debate. Alegó ante algunos consejeros que la reforma contaba con respaldo directo del presidente Petro, pero esa versión no pudo ser confirmada por los asistentes, quienes pidieron una validación oficial. La desconfianza se profundizó cuando se supo que el mandatario se había opuesto a una medida similar en la Universidad del Atlántico meses atrás.

Debido a la falta de votos, la estrategia fue pospuesta. En las sesiones del 31 de mayo y del 5 de junio, el tema desapareció del orden del día, y Juliana ni siquiera asistió. Todo indica que el 20 de junio, con su viaje relámpago en helicóptero, pretendía retomar el control de la situación. Pero no se trataba simplemente de una movida institucional: la UPC representa una plaza política clave en el Cesar, con un presupuesto anual cercano a los 171.000 millones de pesos, redes de contratación frecuentes con entidades del Estado, y una influencia burocrática que se compara con la de una pequeña gobernación.

La red de aliados de las hermanas Guerrero también alcanza al círculo del rector Romero, cuyo pasado político lo vincula tanto con el Partido Liberal como con el conservador ‘Equipo Azul’ de Ape Cuello. En un gesto simbólico, la universidad organizó recientemente un torneo de fútbol en homenaje al congresista conservador. El saque de honor fue compartido por el rector, el senador Didier Lobo y el representante Cuello.

El vuelo en helicóptero de las Guerrero también transportó a René Hernández, aliado histórico de ambas, quien trabajó con ellas en la fundación Raíces Afro. Esa misma entidad fue la que certificó la experiencia laboral que las habilitó para ser contratistas estatales. Hernández, además, fue decano en la UPC gracias a un nombramiento del propio rector Romero. Su cercanía con los círculos de poder es innegable, y se perfila como eventual reemplazo del rector si la reforma estatutaria no prospera.

Según la investigación, José Carlos Pérez Yancy, por su parte, es una ficha política de la casa Gnecco. Su historial laboral lo vincula con figuras como Eloy Quintero Romero y su hijo Carlos Felipe Quintero, poderosos políticos del Cesar. Actualmente, es secretario de la Asamblea Departamental, otra entidad bajo control de los clanes tradicionales.

A pesar de los vínculos y antecedentes, el ministro Armando Benedetti aseguró a Cambio que desconocía el verdadero propósito del viaje. Cuando el medio le mostró pruebas del vuelo en helicóptero, inicialmente lo justificó como parte de la misma “misión secreta” de seguridad. Pero al conocer que el desplazamiento tenía como objetivo asistir a una reunión universitaria, Benedetti, visiblemente sorprendido, declaró: “No joda, ella me había dicho que el viaje era para una misión encomendada y secreta para un asunto de seguridad nacional. Juliana nunca me informó que ese traslado era para asistir a una reunión en una universidad”.

El propio ministro también negó que Juliana estuviera autorizada para solicitar aeronaves del Estado a su antojo. No obstante, lo habría hecho. Según el análisis de Cambio, los vuelos costaron más de 126 millones de pesos en combustible, una suma que el Estado asumió sin cuestionamientos. Todo, para asistir a una reunión a la que, según actas previas, Guerrero había acudido en otras ocasiones de forma virtual, sin necesidad de desplazamiento alguno.

Juliana Guerrero militó en las juventudes del Pacto Histórico. FOTO: CAPTURA DE PANTALLA
Juliana Guerrero militó en las juventudes del Pacto Histórico. FOTO: CAPTURA DE PANTALLA

Juliana Guerrero continúa inscrita en el Sisbén en el grupo B, lo cual la clasifica como persona de pobreza moderada, con ingresos estimados por el DNP en alrededor de 320 mil pesos mensuales. Esta categoría le da acceso preferente a subsidios como el de salud, Renta Ciudadana o la devolución del IVA, aunque hoy acumula un portafolio de contratos estatales, ocupa una posición de poder estratégico en el Ministerio del Interior, y habita un apartamento en Chapinero Alto, una de las zonas más caras de Bogotá.

Entre los residentes del mismo edificio figura Ricardo Suárez Belmonte, quien hasta hace poco dirigía Fonigualdad, el fondo del Ministerio de Igualdad con presupuesto billonario. Suárez hace parte del círculo político de las Guerrero, y su hermana, Martha Suárez, es pareja de René Hernández. El enredo de relaciones personales y políticas alrededor de estas jóvenes funcionarias es tan denso como el manto de opacidad que cubrió sus viajes al Cesar.

¿Quién es Juliana Guerrero?

La primera vez que el país la conoció, Juliana Guerrero sonreía nerviosamente hacia la cámara. El presidente Gustavo Petro la presentó en vivo, durante un Consejo de Ministros, y la describió como una joven rebelde. “He hecho un trabajo, me lo ha hecho Armando Benedetti, que está aquí sentado, con Juliana, que no se pone su cachucha, pero se las quiero presentar, porque esa cachucha me la acaban de regalar. Se la pedí prestada, pero que pueda conocer la gente a Juliana (...) Juliana es un poco joven, digamos, pero muy activa y rebelde”, dijo aquella noche el jefe de Estado.

Dos días después del primer Consejo de Ministros televisado, el 6 de febrero, EL COLOMBIANO contó parte de su historia de vida: se trata de una joven que militó en las juventudes del petrismo, víctima del conflicto armado, que se destacó por su liderazgo como representante estudiantil de la Universidad Popular del Cesar. Tiene solo 22 años, pero incluso desde que era menor de edad se destacó en su departamento: se graduó en 2018, con uno de los Icfes más altos de su región.

Para cuando llegó al consejo estudiantil de su universidad, no solo lo hizo con la mayor votación, sino también con una fuerte bandera que la acompaña hasta hoy, la defensa de la cobertura educativa para todos los cesarenses. Mientras ejercía aquel puesto, también era miembro y activista en la organización Cesar Libre de Gas y Fracking.

Conoció al ministro Benedetti en la campaña de 2022 y en enero de este año empezó a trabajar en Presidencia, aunque ha trabajado formalmente en el Ejecutivo desde el inicio del Gobierno (en la Secretaría de Transparencia). Aquello es resultado de la confianza que el jefe de Estado tiene sobre ella. Antes de que Petro llegara al poder, Guerrero participó en la campaña política del Pacto Histórico. De hecho, un día antes de las elecciones, luego de varias amenazas dirigidas a ella y a su familia, la joven fue víctima de un atentado por cuenta del ejercicio político que desarrollaba. La camioneta en la que iba recogiendo el material de campaña recibió disparos en el municipio de Agustín Codazzi, donde ella vive.

Por este caso, la Procuraduría General de la Nación abrió una indagación contra la funcionaria del Ministerio del Interior para establecer el presunto uso indebido de una aeronave oficial de la Policía Nacional con fines personales.

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