A diferencia de lo que ha ocurrido en el Senado, el Gobierno de Gustavo Petro ha saboreado las mieles de las mayorías en la Cámara de Representantes. Allí, durante las tres legislaturas, el Ejecutivo no solo ha aglutinado a independientes y petristas alrededor de sus proyectos, sino que ha puesto presidente de la Corporación, lo que en plata blanca se ha traducido en un trámite tranquilo y ciertamente servil de sus iniciativas.
Con miras a este domingo 20 de julio, cuando arrancará el último año legislativo, el Gobierno no quiere dar su brazo a torcer y de la mano del siempre sagaz ministro del Interior, Armando Benedetti, busca mantener la racha y poner otra vez presidente de la Cámara. No es para menos.
Además del trámite de otra reforma tributaria, el Ejecutivo le apuesta a sacar el estatuto de la política de paz total: el marco legal para el sometimiento a la justicia de criminales y que facilitaría además la desmovilización de grupos insurgentes, según explicó el ministro de Justicia, Eduardo Montealegre.
Inclusive, en lo informal también es un año determinante, teniendo en cuenta que la mentada Asamblea Constituyente que buscaría tramitar el Gobierno debe tener mayorías tanto en Senado y Cámara. De allí que la apuesta del Ejecutivo sea al todo o nada.
El ungido, según confirmaron fuentes del Alto Gobierno al EL COLOMBIANO, es el representante valluno Julián David López, de La U, quien reemplazaría al actual presidente, Jaime Raúl Salamanca, de la Alianza Verde, quien también fue clave para sacar avante los proyectos del petrismo.
Recién este martes, López divulgó una fotografía acompañado del propio Petro: “Hoy sostuvimos una satisfactoria y productiva reunión con el señor presidente, en la que intercambiamos ideas, compartimos nuestra visión de país y conversamos sobre las prioridades de la próxima agenda legislativa”, dijo el congresista.
¿Rompiendo acuerdos?
Concluidas las elecciones, es una tradición en el Congreso que los partidos con mayor votación acuerden qué colectividades asumirán la Presidencia tanto de Senado como de Cámara durante cada una de las legislaturas. Por esos mismos acuerdos, el último año le correspondía a Cambio Radical, que en su momento hizo llave con La U para pujar por esa dignidad.
Aprovechando esa línea gris que pareció quedar abierta –con todo y que desde Cambio Radical insisten que la Presidencia les corresponde a ellos–, el Gobierno se metió en la pelea y apostó por López. No obstante, su candidatura no deja de generar recelo en las propias bases de La U.
“Él se hizo elegir con los votos de la facción que lidera la gobernadora Dilian Francisca Toro. Sin embargo, una vez llegó a Bogotá se declaró en total rebeldía a los lineamientos y se volvió casi que del Pacto. Le vota todo al Gobierno y a las bancadas prácticamente va a escuchar lo que opinamos para irle a contarle a Petro y su gente”, explicó un congresista de La U a este diario bajo la condición del anonimato.
López, oriundo de Palmira, es administrador de empresas con Especialización y Maestría en Gobierno, Gerencia y Asuntos Públicos. Llegó al Congreso en 2022 –es decir, apenas suma un periodo en el Congreso– y ha respaldado varios proyectos del Gobierno, entre ellos, la reforma a la salud. Fue presidente de la Comisión Sexta en 2023, en un pulso que también lo llevó a rivalizar con sus copartidarios.
“Se ha burlado de las decisiones del partido. En la Comisión Sexta nosotros postulamos al representante Diego Caicedo, pero López se lanzó y ganó con apoyo del Gobierno”, reclamó otro congresista de la colectividad, quien llegó a advertir que el congresista tendría el guiño también del saliente presidente de la Cámara. “Salamanca le está devolviendo atenciones. Para su aspiración López fungió casi que como jefe de debate”.
La baraja
Pese al descontento alrededor de López, desde La U no están dispuestos a dar su brazo a torcer y ya hay aspirantes en puja. Este diario pudo conocer que los representantes Wilmer Carrillo, José Eliécer Salazar y Jorge Eliécer Tamayo buscan abrirse un espacio en la pelea. Este último sería el ungido de la oficialidad del partido, pues a Carrillo y Salazar los ubican más de lado del petrismo.
Por su parte, en búsqueda de que se respeten los acuerdos, Cambio Radical insistiría en el nombre del representante Néstor Leonardo Rico Rico. Inclusive, un representante conservador, Juan Carlos Wills, buscaría entrar en la pelea y desde ya dice tener el respaldo de las bases de la colectividad.
Al parecer, Rico estaría aglutinando a sectores como el Centro Democrático y los independientes de la Alianza Verde, el Partido Liberal y el Partido Conservador, así como otras colectividades minoritarias. Así las cosas, de 188 representantes, tendría alrededor de 79 apoyos; sin embargo, alrededor de Julián López –con el guiño del petrismo– se contarían ya 95 votos.
Así va la puja en Senado
Por los lados del Senado, desde hace semanas varias colectividades han expresado su apoyo a Lidio García, del Partido Liberal, teniendo en cuenta que –por los mismos acuerdos políticos– a esa colectividad le corresponde esa dignidad en el último año parlamentario.
Si bien hay consenso, su cercanía con el mandamás del Partido Liberal, César Gaviria, no deja de generarle ruido a un sector del Gobierno.
No se descarta que el Ejecutivo impulse otros nombres, entre ellos, el del liberal Alejandro Carlos Chacón, que ha buscado llegar a esa dignidad identificándose como el candidato de los congresistas.